Un nuevo estudio de psicología publicado encontró el papel juegan los hombres en la equidad laboral, y afirma que cuando alguien expresa su apoyo a la igualdad de género en un lugar de trabajo dominado por hombres, las mujeres se sienten más cómodas en el trabajo.
De acuerdo con Fast Company, no es necesario un gran discurso. Un compañero de trabajo masculino simplemente necesita decir algo como:
Realmente me preocupo por la igualdad de género y tengo la intención de actuar como un aliado para las mujeres en esta oficina.
El estudio, de la Universidad de Kansas, encontró que estas declaraciones ayudaron a establecer normas para el equipo y mejoraron los sentimientos de inclusión de las mujeres.
La conclusión del estudio es que los hombres deben comunicar verbalmente su apoyo a las mujeres y no esperar a que ocurran eventos sexistas. De lo contrario, las mujeres anticipan el acoso y la hostilidad en el lugar de trabajo.
Lo más notable del estudio es el impacto positivo de un aliado masculino. La investigación consistió en tres estudios en los que solo un compañero de trabajo habló en apoyo, disminuyendo los sentimientos de aislamiento y la percepción de las mujeres de poco apoyo.
Las compañeras de trabajo que hicieron las mismas declaraciones de apoyo fueron recibidas positivamente, pero no redujeron las expectativas de hostilidad o aislamiento de las mujeres en el trabajo.
El papel de los hombres en la equidad laboral
Por su parte, Meg Warren, profesora asociada de administración, en Western Washington University comentó:
Mis colegas y yo probamos estas corazonadas en un nuevo estudio publicado en la revista Psychology of Men and Masculinities.
Meg Warren, profesora asociada de administración, en Western Washington University.
El estudio reclutó 101 pares de colegas masculinos y femeninos empleados en departamentos dominados por hombres en 64 universidades de investigación en los Estados Unidos y Canadá.
Se les pidió a los jefes de departamento que distribuyeran una encuesta a las profesoras, y luego invitaron a las mujeres que respondieron a nominar a un colega con el que trabajan regularmente para que realizara una encuesta complementaria.
Posteriormente les preguntó a las mujeres en qué medida el colega que nominaron se comportó como un aliado, por ejemplo, al tomar posiciones públicas sobre los problemas que enfrentan las mujeres y ponerse de pie cuando ve discriminación.
También interrogaron a las mujeres si sentían que el colega las apreciaba, lo que se ve como una señal de inclusión, y qué tan entusiasmadas se sentían al trabajar con él.
Por último, se le cuestionó a los hombres hasta qué punto pensaban que se comportaban como aliados, por ejemplo, leyendo sobre las experiencias únicas de las mujeres o confrontando a colegas sexistas.
Para concluir, también investigaron en qué medida sentían que su apoyo a las mujeres les ayudaba a «hacer mejores cosas» con sus vidas y adquirir nuevas habilidades que las ayudaran a convertirse en «mejores miembros de la familia». Todas las respuestas se informaron en una escala.