De acuerdo con los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un modelo de vida sustentable es un acuerdo global y explícito.
Para las empresas, además de que esto es un reto en cuestión de responsabilidad social, también representa una oportunidad.
Para el presidente ejecutivo de Unilever, Gerardo Rozanski, ser una empresa con un sólido modelo de vida sustentable también es un buen negocio.
“Nuestros clientes cada día confían más en una empresa que es responsable, que está comprometida con el ambiente y con mejorar la salud de las personas».
Para Simone Lucatello, intercionalista por la London School of Economics and Political Science, de Inglaterra, y doctor en Análisis y gobernanza del Desarrollo Sustentable por la Universidad Internacional de Venecia, Italia, el cuidado del ambiente y el ahorro de recursos energéticos y naturales, supone tener en cuenta las dimensiones ambiental, económica y social.
De acuerdo con El Economista, uno de los retos es que los jóvenes tomen en cuenta la urgencia, de acuerdo con el investigador.
Ellos preguntan ¿Qué voy a obtener de estudiar una licenciatura en Ciencias Ambientales, en Sustentabilidad o Medio Ambiente?”. Por eso afirma que es indispensable que las universidades trabajen más en perfiles integrales y en vinculación con las empresas, para la conformación de planes de estudio, de acuerdo con lo que ellas demandan y con los retos globales que tenemos en materia de sustentabilidad.
“Estamos en pañales”, asegura Lucatello; sin embargo, reconoce que hay esfuerzos en marcha muy valiosos, y cita los casos de la Universidad Anáhuac Norte y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que han creado programas relativos a la materia.
La Universidad Anáhuac ofrece una licenciatura en Dirección en Responsabilidad Social y Desarrollo Sustentable, por su parte, la UNAM está en proceso de creación de una licenciatura en Ciencias Ambientales.
Muchas instituciones ofrecen el conocimiento ambiental a manera de licenciatura o diplomado, tal es el caso de la Universidad Loyola del Pacífico, en Acapulco, que abrió una licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, para “analizar y medir el impacto del hombre en la naturaleza”, y proponer líneas de acción.
Otros ejemplos son la Universidad de Sonora, Universidad del Medio Ambiente, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, entre otras.
También existe otro modelo educativo como l que se implementa en la Red de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, donde se involucra un sistema bilingüe y también incluye la enseñanza de otras lenguas como el japonés, alemán y francés. Todos esos idiomas, basados en el concepto de Educación para la Sustentabilidad con el fin de impulsar la educación responsable solidaria y ecológicamente sostenible.
En la visita del presidente Enrique Peña Nieto a la Universidad Tecnológica El Retoño (UTR), reconoció que “la formación que reciben los jóvenes en esa universidad es de nivel mundial y cubre las necesidades de alta especialización de la industria nacional e internacional”.
El diseño de la UTR tiene un funcionamiento sustentable. Miguel Medina García, jefe de infraestructura y Sustentabilidad, destaca las acciones que han hecho en el campus. Estos consisten en la recuperación y aprovechamiento de aguas de lluvia, tratamiento de aguas residuales para el riego, uso de tecnología LED, la apertura de un edificio inteligente que regula la iluminación de acuerdo con la luz solar.
Esta universidad ha recibido 2 millones de pesos para instalar un sistema de fotoceldas solares para generar energía eléctrica con las que se espera tener un ahorro del 40% en el pago del servicio.