Por: Jackeline Pous
México tiene la oportunidad de mostrar a nivel internacional su capacidad para ser anfitrión de miles de personas en Cancún, al fungir como sede de la Conferencia de las Partes #16. La Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, habló sobre la COP16 y los retos que tienen todos los países en su compromiso con el medio ambiente.
La representante de Relaciones Exteriores explicó que en Cancún se deben de adoptar decisiones multilaterales para afrontar los retos globales y que el mundo tome la ruta del desarrollo sustentable. Asimismo, constata que las Naciones Unidas constituyen el foro de discusión en el que se puede tener la participación activa de todos los países.
Aunado a lo anterior, la canciller habló sobre la importancia de tomar acciones de mitigación con responsabilidades comunes, pero diferenciadas, en un marco de transparencia y fortalecimiento institucional, así como cooperación internacional, ya que la globalización ha hecho que todo esté entrelazado y que las consecuencias del cambio climático sean responsabilidad conjunta.
También, afirmó que en la COP16 no se van a resolver todos los retos del cambio climático, pero sí se puede lograr tomar el camino para alcanzar el objetivo último de la Convención en el corto plazo. Para lograrlo, es necesario aprovechar las herramientas de desarrollo, ya que así se podrá obtener el progreso.
No podía faltar la cita a los ejemplos actuales de consecuencias del cambio climático que vivimos en México. Las lluvias que están inundando, como nunca, algunos de nuestros preciados paisajes son tan sólo una muestra de que debemos de continuar en la búsqueda de un mundo mejor cimentado en la paz, comercio, desarrollo económico, promoción de salud y erradicación de pobreza.
La parte positiva del mensaje es que, a partir de lo que ha provocado el cambio climático, han surgido importantes investigaciones y un inminente desarrollo tecnológico. Por ello se han explorado nuevos mercados globales en energías renovables y tecnologías limpias que tendrán como resultado mejores viviendas, transporte, disminución de contaminación, métodos sostenibles para el uso de la tierra, bosques y agua y, por lo tanto, una mejor calidad de vida.
Es claro que la COP16 es la oportunidad de negociar diferentes puntos importantes para la disminución de gases de efecto invernadero en cada país y la necesidad de medidas adecuadas para cada país. No es lo mismo bajar las emisiones que tiene Suiza a las que tiene China. Hay gran dificultad de llegar a un acuerdo mutuo y es prácticamente imposible resolver todos los temas referentes al cambio climático. Sin embargo, sí es factible obtener resoluciones que impliquen un serio compromiso de lucha contra este problema y encaminar las negociaciones futuras, para que, poco a poco, se vean resultados congruentes con los cambios ambientales que estamos viviendo actualmente.
Será un momento perfecto para darle seguimiento al proyecto de “Fondo Verde” propuesto anteriormente por la delegación mexicana, en el que se pretende reducir el 50% de las emisiones contaminantes para el 2050 y aumentar el financiamiento para los países pobres. También, se busca que la aportación monetaria de los países sea de acuerdo a la proporción de las emisiones de un país en el total de las emisiones; las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita, y el Producto Interno Bruto per cápita. Sólo que en esta ocasión espero que se esté profundizando la propuesta, sustentando cada etapa del proyecto y los medios por los que se llegarán a los objetivos anteriormente planteados.
