En un mundo que enfrenta desafíos sociales, económicos y ambientales cada vez más complejos, es crucial encontrar soluciones innovadoras y efectivas que aborden estos problemas de manera integral. Es ahí donde la innovación social ofrece un enfoque creativo y colaborativo para encontrar respuestas a estos desafíos, al tiempo que promueve la equidad, la inclusión y el bienestar de las comunidades.
Identificar y resolver problemas sociales a través de nuevos modelos de negocio y acción va más allá de abordar los síntomas de los problemas, ya que se busca comprender las causas subyacentes y proponer soluciones que sean sostenibles a largo plazo. Esta forma de pensar y actuar permite abordar desafíos como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la exclusión social desde una perspectiva integral, considerando no solo aspectos económicos, sino también sociales y ambientales.
Asimismo, la innovación social impulsa la creación de nuevos modelos y prácticas que fomentan la sostenibilidad ambiental y la protección de los recursos naturales. A través de la incorporación de principios de economía circular, energías renovables, conservación de la biodiversidad y uso eficiente de los recursos, se busca reducir el impacto negativo en el medio ambiente y promover un desarrollo sostenible. De esta manera, la innovación social no solo busca solucionar los problemas actuales, sino también sentar las bases para un futuro más equitativo y sostenible.
Aunque los espacios para aprender sobre innovación social son todavía escasos, en México contamos con la universidad Centro, especializada en la creatividad para generar cambios positivos en el mundo. Y, para conocer más a fondo sobre sus programas educativos, Edgar López, director General de Expok, tuvo la oportunidad de platicar con Paulina Cornejo, Directora de Posgrados de Centro. ¡Te contamos los detalles!
¿Qué es Centro? Paulina Cornejo responde…
Centro es una universidad que está a punto de cumplir 20 años, y Paulina Cornejo destaca el hecho de que es una institución especializada en la educación creativa. Puesto que ofrece ocho licenciaturas, que incluyen arquitectura, arquitectura de interiores, mercadotecnia y publicidad, diseño textil y de moda, comunicación visual, entre otras. Además, cuenta con aproximadamente 20 programas de posgrado, algunos de los cuales son experimentales e innovadores.
En esta institución, exploran la educación creativa en su máxima expresión. Por lo que sus programas van desde los más consolidados y tradicionales dentro de la educación creativa, hasta los más vanguardistas. Esto parte de la idea de que la creatividad permite a las personas acercarse a nuevas perspectivas, enfoques y soluciones, combinando recursos existentes para encontrar respuestas únicas. Ya sea en la creación de productos, servicios, plataformas o cualquier tipo de solución, la creatividad es el camino para alcanzar resultados originales y transformadores.
En este sentido, para Centro es fundamental explorar nuevas fronteras y no limitarse únicamente a disciplinas y métodos tradicionales. Como afirma Paulina Cornejo, aunque la disciplina sigue siendo importante, la verdadera innovación radica en hacer algo nuevo, novedoso y que resalte el impacto social y ambiental. Por ello, se busca que sus egresados puedan abordar retos desde diferentes enfoques, en línea con la perspectiva ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza, por sus siglas en inglés) que enfatiza la preocupación por otros aspectos que van más allá de lo meramente económico.
Una especialidad en Innovación Social única en LATAM
Para hacer frente a los grandes retos del mundo, Centro desarrolló la Especialidad en Diseño para la Innovación Social, que se enfoca en utilizar el proceso de diseño como herramienta para abordar desafíos sociales. Como afirma Paulina Cornejo, el enfoque principal es el diseño centrado en las personas o usuarios, que busca resolver las necesidades de un grupo específico de personas.
Una característica importante de esta especialidad es la medición de impacto, que es uno de los grandes desafíos al implementar soluciones sociales, ya que, a menudo, se llega a una solución, pero no se evalúa completamente cuál es el impacto que se quiere lograr. Por lo que la especialidad combina contenido teórico y práctico, con asignaturas que sitúan el Diseño para la Innovación Social en su contexto histórico y abordan cuestiones como el diseño pluriversal y el colonialismo en estas prácticas.
Además, se exploran herramientas como el pensamiento de sistemas, que permite abordar las problemáticas y retos como parte de un mundo complejo e interdependiente. Así, los estudiantes aprenden a identificar áreas de oportunidad en las organizaciones, ya sea que estén trabajando en fundaciones, en negocios propios o en multinacionales. Asimismo, se imparten asignaturas de storytelling y expresiones creativas, que enseñan cómo contar historias y generar narrativas que transmitan el valor de un proyecto.
Todo esto se desarrolla a lo largo de tres cuatrimestres virtuales y tiene un componente presencial en forma de bootcamp. Se trabaja en proyectos propios de los estudiantes y se fomenta la elaboración de una ruta clara para seguir avanzando en las iniciativas o retos identificados. A diferencia de otras especialidades en el mundo, donde los estudiantes se mudan para realizar trabajo de campo, Paulina Cornejo destaca que en esta especialidad se invierte la ecuación, ya que los estudiantes tienen la posibilidad de aplicar su conocimiento en sus propios contextos y organizaciones.
Diseño para la Innovación Social como herramienta práctica
El perfil abierto de la especialidad proporciona herramientas a cualquier persona que desee diseñar proyectos de impacto social genuino y efectivo. Como nos comenta Paulina Cornejo, aquí es donde comienza el desafío: “muchas veces, nos encontramos trabajando con los síntomas en lugar de abordar las problemáticas de manera integral”. Por lo que es necesario detectar, escuchar y observar las dinámicas sociales y los contextos.
De esta manera, el Diseño para la Innovación Social puede ser útil para cualquier disciplina, aunque depende del contexto en el que te encuentres, pues brinda una parte práctica que no se obtiene con una especialización en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), ya que se centra en cómo abordar los retos, cómo detectarlos y cómo implementar proyectos a través de un proceso de diseño, obteniendo resultados medibles.
Por todo ello, es fundamental promover y fortalecer la educación en diseño para la innovación social, ya que esta disciplina brinda las herramientas necesarias para diseñar proyectos con un enfoque sostenible, inclusivo y participativo. A través de programas y laboratorios de innovación social, se pueden desarrollar iniciativas colaborativas que involucren a diferentes actores y generen políticas públicas basadas en evidencias.
El Diseño para la Innovación Social se presenta como un camino hacia la transformación social, permitiendo la creación de soluciones concretas que aborden los desafíos de nuestra sociedad de manera holística y efectiva y en Centro puedes aprender cómo lograrlo.