Eleva costos de vida plan contra emisiones de CO2. Frena el combate a cambio climático el precio de construir ‘edificios térmicos’
Todo el mundo quiere hacer al planeta verde, pero los ciudadanos son los que terminan pagando. Y caro.
Un ejemplo de esta situación ocurre en estos días en Alemania, uno de los países punta en cuestión de tecnología y consciencia medioambiental.
En Berlín, para poder alcanzar la meta de reducción de gases de efecto invernadero los ciudadanos deberán pagar rentas más elevadas.
«Sólo renovando unos 10 mil edificios por completo se podrá alcanzar para el 2020 la meta que aprobó el Alcalde de la ciudad (Klaus Wowereit) de reducción de CO2 (dióxido de carbono)», señaló a REFORMA Michael Geissler, consultor en temas medioambientales de la Agencia de Energía capitalina.
Desde 2008, cuando se aprobó la ambiciosa meta climática, se han renovado en Berlín sólo 2 mil 200 edificios.
La meta es que para 2020 no sólo Berlín sino toda la nación reduzca en 40 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Este objetivo va más allá de la media europea, que está en 20 por ciento, pues Alemania tiene un plan ambicioso de no sólo reducir sus emisiones, sino ayudar a reducir la media de la región.
Ningún otro país de la Unión Europea tiene una política tan rigurosa ni ha comprometido tanto dinero para la lucha contra el calentamiento global.
Además de impuestos y subvenciones, el Gobierno alemán etiquetó en 2007 más de 3 mil millones de euros exclusivamente para financiar la lucha.
«Hasta ahora hemos logrado una reducción de 30 por ciento en las emisiones comparadas con 1990» aseguró un vocero del Ministerio de Medio Ambiente.
Y precisamente entre los sectores donde se ve más potencial para reducir emisiones está el de la vivienda, pues es donde durante el invierno se usa más la calefacción.
«Es uno de los sectores más baratos para invertir en cambio climático», refiere la fuente gubernamental.
Las inversiones en vivienda están dirigidas a construir nuevos edificios «térmicos» o renovarlos para que queden aislados para los fuertes inviernos, el problema es que las rentas suben hasta en 60 por ciento.
«En lugar de ahorrar en calefacción y evitar así contaminar más, el golpe de la renta hace que muchas inversiones para renovación se detengan», indicó Ulrich Ropertz, de la Asociación Alemana de Arrendatarios.
Al problema de los costos de la construcción se suman otros movimientos que evitan conformar una Alemania «verde».
Según un reportaje publicado por Der Spiegel, algunos granjeros y científicos están en contra de construir campos de celdas solares, granjas con toneles para guardar CO2 y parques eólicos.
Estas personas dudan del fenómeno y, además, creen que se invierte más en nuevas energías sin utilizar al máximo las existentes.
Por ejemplo, el realizador de televisión y granjero Thomas Jacob juntó más de 27 mil firmas para evitar construir parques eólicos en el estado de Brandeburgo.
Sector clave
La vivienda es uno de los rubros de mayor potencial para reducir emisiones de CO2.
10,000 edificios deben ser renovados, tan sólo en Berlín, para que la ciudad alcance la meta fijada por el Gobierno.
40% de las emisiones de gases contaminantes busca reducir Alemania.
60% como máximo, es el incremento que tienen las rentas en edificios «térmicos».
Reforma – internacional, p. 18