Centros especializados en la atención de niños con VIH/sida están en peligro de cerrar sus puertas y dejar de dar servicio debido a la crisis económica y la falta de apoyo gubernamental.
Representantes de albergues ubicados en el Distrito Federal, Acapulco y Tijuana y que dependen de donativos indicaron que, ante la falta de recursos, se han visto obligados a recortar personal para poder pagar la luz y el agua, lo que impacta en la calidad de la atención a los menores.
La directora de la Casa de la Sal, Ana Luisa Escalante, cuestionó el que el DIF no dé seguimiento a los niños que canaliza a ese albergue.
«Si no hubiera este tipo de instituciones, el Gobierno no asume su responsabilidad. Las organizaciones deberíamos sólo complementar la obligación del Estado, no absorberla», señaló en entrevista.
El albergue de la institución no lucrativa que por más de 20 años se ha dedicado al cuidado de menores con VIH atiende actualmente a 24 niños y jóvenes con el virus.
Cada niño representa un gasto de 15 mil pesos mensuales.
De acuerdo con Rosa María Santiago, presidenta de la organización Grupo de Amigos con VIH y responsable de una casa que alberga a 13 niños con esta enfermedad en Acapulco, la crisis económica ha alejado a la mayor parte de los donantes, por lo que es necesario mayor apoyo por parte del Estado.
«Yo no estoy pidiendo dinero. Estoy pidiendo apoyo con personal médico, de enfermería, de trabajo social o psicológico que dé seguimiento a los niños», dijo.
«Necesitamos que la Secretaría de Salud voltee los ojos porque no es suficiente que nos den medicamentos y condones para las áreas de prevención, porque, si existen las organizaciones, es porque la Secretaría no ha tenido la capacidad para solucionar dónde albergar a estos niños».
La mayor parte de los donantes, explicó, eran turistas que suelen pasar temporadas en Acapulco, pero el año pasado dejaron de dar las aportaciones acostumbradas, lo que los obligó a recortar su personal a la mitad.
«Si nosotros cerramos, tendríamos que ir al DIF a devolverle a los niños, pero el DIF no los acepta por los cuidados que necesitan, son niños referidos por ellos. La única opción sería ir y decirles que ya no podemos más o hacer responsable a la familia de estos niños, pero finalmente estamos viendo que no hay mucho interés por aceptarlos, entonces estamos tocando mil puertas para subsistir», indicó.
Una situación similar enfrenta la casa hogar Eunime, ubicada en Tijuana, y la única que atiende a niños con VIH/sida en toda Baja California.
«El riesgo de cerrar es latente por la falta de recursos», aseguró en entrevista telefónica Juana Ortiz, directora de la institución, que actualmente atiende a nueve niños cuyos padres murieron a causa de la enfermedad o los abandonaron. Sus edades van desde los cinco meses hasta los 9 años.
«La mayoría de los donativos que recibimos es en especie y para pagar servicios no llega, por eso nos vemos en la necesidad de solicitar más apoyo. Las autoridades deberían de visualizar los contagios en niños como una problemática social y no de salud», externó Ortiz.
Sin capacidad
Emilio Herrera, director de Atención Integral del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida), reconoció que el Gobierno no cuenta con la capacidad para poder dar el servicio de albergue a niños con VIH que han perdido a sus padres y no tienen dónde vivir.
Según Herrera, cada año se registran alrededor de 200 nuevos casos de VIH infantil, principalmente a causa de que la madre del niño era portadora del virus y no recibió el tratamiento para evitar la transmisión a su bebé.
«En 2009 tuvimos sólo 84 casos nuevos pediátricos, de los cuales 75 fueron perinatales», dijo.
De los 135 mil casos de sida registrados en México entre 1983 y 2009, el 2.4 por ciento correspondieron a menores de 14 años, es decir 3,196..
Para el presidente de la Comisión de Grupos Vulnerables del Senado, Guillermo Tamborrel, es necesario que el presupuesto del Censida incluya también a las instituciones sociales.
«La propuesta que vamos a plantear es que en el presupuesto contra el sida esas organizaciones cuenten también con una aportación mensual para el medicamento y la manutención y tratamiento de ese enfermo», explicó el legislador.
Puede leer la nota completa dando Click sobre la imagen para ampliar
