El calentamiento climático es una amenaza para todos, pero las ciudades y sus habitantes están en primera línea y algunas municipalidades ya comenzaron a prepararse, destacaron expertos en una reunión de preparación para Rio+20.
Actualmente, más de la mitad de los 7 mil millones de habitantes del planeta vive en las ciudades. Hacia 2050, se estima que la proporción será de 70 por ciento, o sea unos 6 mil 400 millones de seres humanos, según la ONU.
Este incremento de la urbanización afectará principalmente a Asia (más de 60 por ciento del aumento previsto) y a las ciudades cuya población actual es inferior a 500 mil habitantes.
Tal como subrayan los científicos que participan desde el lunes en Londres en la reunión de preparación para la cumbre mundial sobre el medio ambiente Rio+20 (del 20 al 22 de junio), las metrópolis deberán enfrentar las repercusiones del futuro calentamiento climático.
«Las ciudades están en primera línea, tanto en lo que respecta a las causas como a los efectos del cambio climático», señaló Cynthia Rosenzweig, especialista de la cuestión en el Instituto de Estudios Espaciales Goddard de la NASA, la Agencia Espacial Norteamericana.
Según Rosenzweig, la transferencia de tecnología no ha sido «vertical» (de los países ricos hacia abajo, a los países pobres), sino «totalmente horizontal».
Hacia el año 2100, las olas de calor, las sequías, tempestades e inundaciones serán más frecuentes e intensas. Las ciudades construidas en los deltas o a lo largo de las costas deberán hacer frente a un aumento del nivel del mar que amenazará directamente a las viviendas y al acceso al agua potable, sin hablar de las redes de transportes y a las fuentes energéticas.
En 2003, uno de los veranos más cálidos registrados en la historia, la ola de calor mató a unas 35 mil personas en Europa. Sin embargo, algunos expertos precisan que hacia 2040, las temperaturas estivales promedio superarán regularmente las del verano de 2003.
En las ciudades hay focos donde el calor puede ser cuatro a seis grados más elevado que en el campo circundante, destacó Alex de Sherbinin, del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Todas las ciudades están involucradas, pero algunas se ven más afectadas que otras, añadió Stephen Tyler, quien colabora con una red de ciudades asiáticas contra el cambio climático, la Asian Cities Climate Change Resilience Network.
Numerosas ciudades que deben enfrentar esos desafíos ya han tomado medidas: pintaron los techos de blanco para reflejar los rayos solares, instalaron calzadas porosas para permitir que el agua de la lluvia recargue las capas freáticas, plantaron árboles y crearon parques para disminuir esas temibles áreas de calor, así como la contaminación de los vehículos.
Según Rosenzweig, las autoridades municipales ya tienen el poder y la legitimidad para actuar.
En 2005, 40 ciudades se reunieron en el Cities Climate Leadership Group, y cinco años más tarde, el Consejo Mundial de Alcaldes organizó su primer congreso sobre la adaptación al cambio climático. Actualmente, una red de 60 ciudades intercambia ideas.
Fuente: Reforma.com
Publicada: 28 de marzo de 2012.