Con un presupuesto de 636,281 millones de pesos (mdp), Pemex se ha convertido en una de las empresas gubernamentales a la que la actual administración ha buscado impulsar de manera contundente. La construcción de una refinería, la rehabilitación de otras y el poco respaldo que se le ha dado a la innovación en combustibles y fuentes de energía alternativas, son algunos ejemplos de cómo se han cobijado las operaciones de la petrolera nacional.
Sin embargo, pese a que las autoridades han buscado que Pemex se mantenga avante en los mercados, más allá de los resultados económicos, los inversionistas actuales están apostando por compañías cuya estrategia de negocios cubra riesgos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa, conocidos como ESG, por sus siglas en inglés.
Ante esto, el gobierno ha anunciado que se implementarán medidas para que la relación de Pemex y criterios ESG mejore, aperturando más posibilidades de crecimiento e inversión, ya que la fuerza que ha cobrado procurar estos parámetros está impactando en el mundo entero.
Pemex y criterios ESG, una relación compleja
El Environmental, Social and Governance (ESG) es un área de la comunidad inversora que se centra en resaltar el riesgo en las carteras frente a una matriz de factores ambientales, sociales y de gobernanza. En el caso de Pemex, la compañía estatal ha presentado varias circunstancias en las que se ponen en duda su viabilidad en cuanto al cumplimiento de dichos valores.
Por ejemplo, la relación entre Pemex y criterios ESG ha tenido sus puntos más bajos en materia ambiental. En 2021, think tank México Evalúa catalogó a la empresa mexicana como «el tercer lugar entre las petroleras con mayor riesgo ambiental del planeta», de acuerdo con Forbes. A esto se suma cómo duplicó en todas sus refinerías las emisiones contaminantes en los últimos tres años.
En cuanto a lo social, Pemex está afectando la calidad de aire de muchas personas, muestra de ello es el daño al aire que respiran en la zona de Tula. Asimismo, la equidad en sus instalaciones aún tiene mucho por cumplir, pues solo el 28% de su personal son mujeres. Y en materia de gobernanza corporativa, la petrolera ha enfrentado serios casos de corrupción e incluso acusaciones de vínculos con la delincuencia organizada.
Aunque con el apoyo que ha recibido de las autoridades en esta gestión Pemex ha superado mucho de sus problemáticas, lo cierto es que está lejos de brindar un futuro sustentable de energía y combustibles, tanto a la sociedad como a los accionistas interesados en invertir en este sector.
La petrolera busca alinearse a ESG
Como señala Concur, los portafolios basados en ESG han logrado posicionarse entre los más destacados, dado que gracias a la procuración de los criterios se tiene «menor riesgo y volatilidad», y por ende, se generan mayores rendimientos e incrementa el retorno de las inversiones. Pemex ha entendido esto, por lo que recientemente ha anunciado que se le dará más peso a los criterios ESG.
Lo anterior lo hará invirtiendo 9 mil millones de pesos destinados a mitigar los daños ESG que involucren sus actividades, con especial énfasis en los ambientales. A la fecha la compañía ha identificado 36 problemas ambientales severos, de los cuales ya se están tratando 6.
«En total son 225 riesgos detectados por Pemex en esta estrategia de cumplimiento de criterios ESG, distribuidos en 5 niveles de prioridad, el costo estimado para atender todos estos es de más de 9,000 millones de pesos».
Forbes.
Y aun con la «modernización de instalaciones, implementación sistemas y mecanismos de vigilancia y control de la contaminación atmosférica, adquisición de equipos para hacer frente a contingencias relacionadas con los derrames el petróleo, entre otras medidas», la relación entre Pemex y criterios ESG no podrá ser estable hasta que existan cambios estructurales.
Dos Bocas, otras cifras
Frente a las intenciones de Pemex y criterios ESG, la construcción e inauguración de la refinería Dos Bocas ha sido un punto muy cuestionable de la administración de la compañía, pues además de alejar al país de sus compromisos ambientales, ha presentado un sobrecosto millonario en su diseño, además de que ha sido inaugurada sin que aún refine gasolina.
Con un aumento de más del 27% en el presupuesto, Dos Bocas no ha sido una muestra de transparencia, algo fundamental cuando se habla de ESG. Si bien el presidente ha asegurado que esto subió de precio debido a que no se había incluido el gasoducto, lo cierto es que han quedado muchos huecos en cuanto a este proyecto que es uno de los más grandes de su gestión.
Por último, aunque la inversión de Pemex en criterios ESG pudiera ser un buen indicio de una institución que busca apegarse a las demandas sociales y ambientales, nuestro país está apoyando mucho a los combustibles fósiles, mientras el mundo se dirige hacia las energías renovables.