A Leopoldo López Rodríguez
In memoriam
Por: Emilio Guerra Díaz
Como referencia del trabajo en redes que pueden realizar las organizaciones civiles en la última semana se han presentado varias acciones de relevancia. José Luis Luege Tamargo otrora funcionario público en la administración de Vicente Fox, hoy encabeza la asociación Ciudad Posible. A propósito de las elecciones, su organización lanzó una iniciativa #candidatosustentable, con la idea de que los candidatos y políticos incorporen en su trabajo cotidiano el concepto de sustentabilidad para que guié sus acciones de gobierno.
Sin duda la iniciativa de Ciudad Posible es otra demanda a los candidatos similar a la de 3 de 3 del IMCO y Transparencia Mexicana que en general ha sido muy bien recibida tanto por empresarios, académicos e investigadores, como también por analistas políticos, encuestadores y líderes de opinión. Se han dado expresiones de animadversión de algunos de ellos. Por ejemplo, he escuchado a Don Rafael Cardona en diversos programas de radio y televisión, cuestionando el papel que está jugando la sociedad civil y que quién era aquella para hacer ese tipo de iniciativas y demandar información que pudiera poner en riesgo a algún candidato. Este destacado periodista aún descalifica el papel que le toca jugar a la sociedad civil.
En la misma semana igual se presentó otra iniciativa “Acción Ciudadana Frente a la Pobreza” y por otra más “Acción/2015” que busca incorporar la justicia y los derechos humanos a los Objetivos de Desarrollo Sustentable del Milenio. Ambas iniciativas buscan establecer vínculos entre gobierno y sociedad civil para los objetivos que persiguen, aunque la última inicia su presentación descalificando al actual gobierno.
Algunas fundaciones empresariales podrán apoyar causas que enarbolan estas redes y alianzas. Pero sabemos que por ley no pueden hacer proselitismo político ni religioso, pero si pueden trabajar en los asuntos de interés público. Tienen esa restricción y deben ser cuidadosas. Pero pueden entenderse a si mismas como un aliado para generar participación ciudadana.
Sin embargo, el lector se podrá cuestionar también si no son muchas las redes y las iniciativas. Si no están duplicando esfuerzos o bien, están diversificando y actuando sin ningún tamiz. Si inundan asuntos de la vida cotidiana con su involucramiento y presencia con demandas tan exorbitantes al igual inalcanzables. Si convienen esos puntos de vista al bien común o si están por arriba de los poderes formales.
De este florecimiento de acciones y alianzas se tiene una lectura sociológica tan compleja como interesante. Hay ciertamente demandas tan absurdas como inviables. Se pueden advertir peticiones ciudadanas empapadas de rencor, odio, resentimiento y desaliento para que las cosas cambian. No hay un miramiento a un bien superior en ellas sino responden a interés particulares para defenderse de privilegios obtenidos en antaño o ganar terreno político para si.
Otras alianzas se centran en el papel que los gobiernos (de cualquier partido) juegan en su mediocre actuar o bien por el escándalo de la corrupción y riqueza inexplicable de funcionarios públicos de todos los niveles y de todo origen partidista. Qué decir del trabajo en red de la sociedad civil que afortunadamente incide en la inseguridad. Gracias a muchas organizaciones, víctimas de secuestro y sus familiares pueden tener confianza en que los impartidores de justicia tienen que proceder cautelosa y efectivamente. Si se han infiltrado agentes del narcotráfico y el crimen organizado comprando autoridades y servidores públicos, el trabajo de aquellas permite transparentar su actuación o en otros casos vigilar mediante los observatorios ciudadanos.
En este universo hay que diferenciar aquellos movimientos contestarios, muchos de ellos estériles que no generan nada salvo provocar, victimizar al manifestante; abanderar que el gobierno “quiere criminalizar la protesta”, cuando nadie controla a denominados anarquistas que cobardemente ocultan su rostro y destruyen monumentos, inmobiliario público, edificios públicos y privados. En ocasiones la intransigencia los gobierna y dicta su actuar. El emblemático lema del ‘68 “Pedid lo imposible”, dejó de ser un faro que guiase esas acciones y en cambio se volvió una petición cotidiana y moldeada a modo.
En otro terreno de trabajo de la sociedad civil, movimientos, redes, alianzas y coaliciones están sembrando semillas de ciudadanía. Los asuntos públicos competen no como espectadores a los ciudadanos sino también como protagonistas de las responsabilidades públicas y los cambios posibles. Parecen peticiones desmedidas pero en el camino innovan, se preparan, conocen, investigan y resueltos generan propuestas novedosas. No hay país civilizado y de primer mundo que no haya pasado por este estadio. Inglaterra vio en las calles de Londres a Bertrand Russell liderando grupos de activistas…
En la filantropía organizada confluyen movimientos ciudadanos con rumbo, propuestas concretas y valerosas. Desde luego no son un crisol de puros iluminados cuya verdad es la única, ni tampoco son el sector social que protagonista del cambio social. Sin embargo contribuyen en el avance del equilibrio de poderes: el político, el empresarial y el ciudadano, éste último en ciernes en México.
Afortunadamente se registran avances ciudadanos. Cada vez este diminuto poder incomoda a gobernantes, los ventila y los evidencia pero también provoca que cotidianamente cuiden su actuación. Por ello son bienvenidas las acciones ciudadanas de redes. Sin embargo hay que evaluar si no resultaría más eficiente que organizaciones civiles unan esfuerzos para trabajar en iniciativas bien edificadas que se encuentran en la misma línea y en el mismo sentido social. De otra manera lanzan una percepción en el público que cada quien trabaja para su cada cual.
Desde el Consejo Directivo
El presidente del Consejo Directivo lamentó el fallecimiento de Leopoldo López Rodríguez quien se desempeñara como Subdirector Corporativo de Vinculación y Comunicación en Industrias Peñoles. El amigo Polo es sin duda uno de los pilares de la práctica de la Responsabilidad Social Corporativa, dijo el Presidente del Directorio. Señaló: “conviví con él en algunos encuentros nacionales e internacionales de RSC y tenía un discurso fresco, novedoso, atractivo que resultaba inspirador para que sus homólogos de otras empresas emprendieran acciones y aprendieran de su experiencia”.
Por su parte, el Director de la organización señaló que Leopoldo logró permear en la filosofía de Peñoles el espíritu colaborativo y de respeto a la comunidad. Sembró el interés de sus colaboradores en asuntos de interés público más allá de la empresa. Era sorprendente ver cómo todo tipo de ingenieros, administradores, arquitectos, planificadores, comunicadores, contadores, y en fin todo profesionista vinculado a Peñoles, terminaban siendo “sociólogos” porque habían desarrollado un sentido de colaboración y responsabilidad entre comunidad y la empresa, pero sobre todo porque las prácticas de medición de impacto contenían indicadores entendibles por todos y siempre sentados en el bien común.
“Fue sin duda un maestro”, dijo la Secretaria del Consejo Directivo y pidió a sus colegas guardar un minuto de silencio en su memoria.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
BANCO DE ALIMENTOS Y ENSERES UNIDOS PARA AYUDAR, A.C. Lamenta el sensible deceso de Don Fernando Castro y Castro que Dios lo tenga en su santa gloria nuestro mas sincero pésame.
BANCO DE ALIMENTOS Y ENSERES UNIDOS PARA AYUDAR, A.C., Solicita a la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico regule la donación de Alimentos a los bancos de alimentos, para que las empresas donen antes de destruir ya que la FAO publico que solo el 5% de los alimentos se rescatan y el 95% se destruye habiendo mucha desinformación de parte las empresas de como pueden donar y deducir sus inventarios.