El pasado 26 de marzo, Telefónica presentó las conclusiones del estudio “La accesibilidad en el mundo creciente de la telefonía móvil. Un potencial de mil millones de personas”, en el que se establece que existen unos mil millones de personas en el mundo que tienen algún tipo de discapacidad. Ellos y su entorno más inmediato suponen un mercado potencial de 8 billones de dólares (cerca de 5,8 billones de euros).
Según el informe, de esos mil millones de personas, 360 millones tienen deficiencias auditivas; 285 millones deficiencias visuales; 194 millones padecen deficiencias de aprendizaje y cognitivas; 13 millones deficiencias físicas y 148 millones otro tipo de discapacidad (incluidos la depresión, dependencia del alcohol y distintos tipos de demencias).
A pesar de que la suma de las cuatro primeras categorías representa 852 millones de personas, el 12 % de la población mundial, en muchas ocasiones el moderno mundo de la telefonía móvil está restringido para este importante colectivo por falta de accesibilidad.
Según el autor del informe, el británico Chris Lewis, analista del sector de las telecomunicaciones, “quizás es hora de recordar que estos mil millones de personas tienen el mismo apetito por consumir tecnología y aplicaciones de última generación y que, por tanto, son un mercado potencial muy prometedor para el sector. Esto sin contar que convertir en digital a la gente con discapacidad incrementa la capacidad de trabajo en el colectivo, baja la carga para el Estado y por tanto, aumenta la actividad económica de un país”.
La realidad es que muchos de los servicios que ofrecen los dispositivos inteligentes de última generación y de los que se beneficia el resto de la sociedad, no están disponibles aún para aquellos que más lo necesitan, debido a su carencia de sensibilidad al tacto, desarrollo motriz, capacidad cognitiva, audición o visión.
Aún hoy hay mucha gente con discapacidad que ignora las posibilidades de interacción que pueden ofrecer las TIC. Tradicionalmente, esto era resultado de la falta de accesibilidad y el alto precio de los productos y servicios, pero a medida que las nuevas tecnologías han avanzado centrándose más en el software y en el protagonismo de las múltiples pantallas, se ha hecho posible el acceso mayoritario a los servicios por un precio más asequible.
Es la industria de la telefonía móvil quien tiene en sus manos gran parte de la llave para acelerar esta revolución de la accesibilidad para la que son imprescindibles, según el estudio: la educación, la estandarización y el diseño universal.
MÁS FÁCIL PARA TODOS
Sofía Fernández de Mesa, directora de Responsabilidad e Innovación Social de Telefónica S.A, recordó que urge trabajar en tres áreas esenciales: la accesibilidad en todos los dispositivos para todas las categorías de discapacidad; el correcto etiquetado y diseño de las páginas web, aplicaciones y contenidos, y la interconexión, de manera directa, de periféricos – smartphones, tabletas, portátiles y televisiones -.
“La accesibilidad de las nuevas tecnologías es algo necesario para toda la sociedad, no solo para aquellos con alguna discapacidad, pues es evidente que la discapacidad aumenta con la edad y que en ese sentido, todos somos potencialmente personas con discapacidad”, según Fernández de Mesa.
Fuente: Telefónica
No sé si el título de la nota lo han puesto ustedes. Les comparto que sé por personas especialistas en el tema de discapacidad, que el término correcto es personas con discapacidad.
Saludos cordiales,