Activistas de Greenpeace habrían dañado las líneas de Nazca, al colocar junto a ellas un gigantesco letrero exigiendo mayores compromisos contra el cambio climático por parte de los delegados de países reunidos en Lima estos días, para analizar el protocolo a cumplirse desde 2015.
“Es tiempo para el cambio. El futuro es renovable. Greenpeace” rezaba el gigantesco cartel que en partes, fue trasladado subrepticiamente durante la noche e instalado junto al “colibrí” de las líneas de Nazca, las gigantescas figuras de plantas y animales que tienen más de 1.500 años. Las líneas catalogadas como patrimonio mundial por la UNESCO, no han sido estudiadas todavía lo suficiente y se cree que todas las líneas circundantes y otras laterales, forman parte de la estructura y significado de los dibujos. Como están en pleno desierto costero peruano, casi no han sufrido alteraciones por el clima en sus siglos de existencia, pero cualquier alteración del piso en el entorno cambia su diseño. Los activistas de Greenpeace, incursionaron en el área prohibida de acceso, sin la más mínima protección para evitar destruir el entorno y sus eventuales signos en el piso.
La justicia peruana va ahora contra los activistas y la entidad
El Ministerio de Cultura de Perú, denunció a los activistas de Greenpeace, ante la Fiscalía de Justicia, por “graves daños al patrimonio cultural”, lo que podría condenar incluso a la cárcel a los que realizaron la protesta.
El Ministerio pidió ya “el impedimento de salida del país de los responsables”, a tiempo de recordar que “está estrictamente prohibido cualquier tipo de intervención, dada la fragilidad que rodea las figuras. Luego de la ilegal, inconsulta y premeditada acción del grupo ambientalista, se ha producido una grave afectación del área”, puntualiza.
Añade también que “la ONG ambientalista ha cometido una infracción a sabiendas”.
Por su parte Greenpeace se disculpó y dijo en su página oficial de Facebook que ”las letras son sólo un paño tendido en el suelo. Todo el mundo fue muy cuidadoso y no se hizo ningún daño en absoluto”.
Sin embargo las autoridades peruanas no aceptan la simple disculpa y entienden necesario que los que cometieron los daños sean procesados. Decenas de activistas de Greenpeace de varias partes del mundo, coinciden por estos días en Lima para asistir a la Conferencia de las Partes (COP20) de Naciones Unidas sobre cambio climático, con una postura sumamente crítica a los escasos avances para evitar mayor contaminación que empeore la situación general del planeta.
Fuente: LaRed21
Una vergüenza que un grupo que busca defender los derechos no respete los derechos de una nación y atente contra su patrimonio. Como peruano me da mucho que pensar de sus integrantes.