Los peces que se encuentran en el mar, no solo tienen contenido plástico en su interior, como lo han informado algunos estudios, recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) alertaron que casi todos los mariscos contienen rastros de mercurio.
Pescados y mariscos con altos niveles de mercurio
La carne de tiburón, el pez espada, caballada o lofolátilo contienen altos niveles de mercurio y por ello, no deben incluirse en la dieta.
El mercurio daña al sistema nervioso, a las funciones del cerebro, al ADN y cromosomas, reacciones, irritación de la piel, cansancio, dolor de cabeza; efectos negativos en la reproducción, daño en el esperma, defectos de nacimientos y abortos.
Los riesgos del mercurio en el pescado depende de la cantidad que se consuma y de los niveles que contengan. Los pescados y mariscos con altos niveles de mercurio perjudican al feto en el primer periodo de gestación o al sistema nervioso en vías de desarrollo de un niño pequeño, advirtieron las dos dependencias.
Por ello, es importante que las mujeres en edad fértil, embarazadas, madres de lactantes y niños pequeños no consuman algunos tipos de pescado.
Mariscos y pescados que se comen con frecuencia bajos en mercurio son: los camarones, atún enlatado, salmón, el gado (pollock) y el pez gato.
De acuerdo con los expertos, es importante consultar los avisos locales sobre la seguridad del pescado que vive en ríos y áreas costeras.
El mercurio en los humanos
El consumo de mariscos es la principal fuente de mercurio en los humanos. Diversos estudios afirman que casi todas las personas tienen en su organismo al menos cantidades mínimas de mercurio, lo cual refleja la presencia generalizada de este compuesto en el medio ambiente y la exposición humana a través del consumo de pescados y mariscos.
- Las personas pueden estar expuestas al mercurio en cualquiera de sus formas en diferentes circunstancias.
- En el feto, el lactante y el niño, el principal efecto del mercurio es la alteración del desarrollo neurológico.
El cambio climático también afecta
El incremento de la temperatura en los océanos está causando un aumento de mercurio en pescados como el bacalao, el atún rojo y el pez espada.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Nature, el primero de su tipo, simula cómo los factores ambientales, incluido el aumento de la temperatura del mar y la sobrepesca, afectan a los niveles de metilmercurio en los peces.
Dirigido por la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard (SEAS) y la Escuela de Salud Pública de Harvard T. H. Chan (HSPH), la indagación descubrió que tras lograr un cierto éxito en la regulación de los niveles de metilmercurio en los peces, las altas temperaturas están haciendo que vuelvan a aumentar.
«Esta investigación es un avance importante en la comprensión de cómo y por qué los depredadores oceánicos, como el atún y el pez espada, están acumulando mercurio», aseguró la profesora de Química Ambiental Gordon McKay en SEAS y HSPH, y autora principal del artículo, Elsie Sunderland.
El metilmercurio se acumula en las redes alimentarias, lo que significa que los organismos en la parte superior de la cadena alimentaria tienen niveles más altos de este material que los de la parte inferior.
Para el estudio se recolectaron y analizaron 30 años de datos del ecosistema del Golfo de Maine, incluido un análisis exhaustivo del contenido del estómago de dos depredadores marinos, el bacalao del Atlántico y el pez espinoso desde la década de 1970 hasta la década de 2000.
De acuerdo con Sunderland, el cambio climático incrementará la exposición humana al metilmercurio a través de los mariscos, por eso es importante proteger a los ecosistemas y a la salud humana.