Un amplio informe climático de la ONU, publicado el martes, muestra que el cambio climático está teniendo un efecto importante en todos los aspectos del medio ambiente, así como en la salud y el bienestar de la población mundial.
El informe, La Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2019, dirigido por la agencia meteorológica de las Naciones Unidas (Organización Meteorológica Mundial), contiene datos de una extensa red de socios.
Documenta los signos físicos del cambio climático, como el aumento del calor de la tierra y el océano, la aceleración del aumento del nivel del mar y la fusión del hielo, y los efectos colaterales en el desarrollo socioeconómico, la salud humana, la migración y el desplazamiento, la seguridad alimentaria y los ecosistemas tanto marinos como terrestres.
Al escribir el prólogo del informe, el jefe de la ONU, António Guterres, advirtió que el mundo está actualmente «lejos de cumplir con los objetivos de 1.5 ° C o 2 ° C que exige el Acuerdo de París «, refiriéndose al compromiso asumido por la comunidad internacional en 2015, para mantener las temperaturas medias mundiales muy por debajo de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales.
Un nuevo récord anual de temperatura global es probable en los próximos cinco años. Es cuestión de tiempo.
Petteri Taalas, Secretaria General, OMM
Se han batido varios récords de calor en los últimos años y décadas: el informe confirma que 2019 fue el segundo año más cálido registrado y 2010-2019 fue la década más cálida registrada. Desde la década de 1980, cada década sucesiva ha sido más cálida que cualquier década anterior desde 1850.
El año más cálido hasta ahora fue 2016, pero eso podría superarse pronto, dijo la secretaria general de la OMM, Petteri Taalas.
Dado que los niveles de gases de efecto invernadero continúan aumentando, el calentamiento continuará. Un pronóstico reciente de década indica que es probable que se produzca un nuevo récord anual de temperatura global en los próximos cinco años. Es cuestión de tiempo.
Petteri Taalas
En una entrevista con UN News, el Sr. Taalas dijo que existe un creciente entendimiento en toda la sociedad, desde el sector financiero hasta los jóvenes, de que el cambio climático es el problema número uno que enfrenta la humanidad hoy en día,
Así que hay muchas buenas señales que hemos comenzado a movernos en la dirección correcta.
El año pasado, las emisiones cayeron en los países desarrollados, a pesar de la economía en crecimiento, por lo que hemos demostrado que puede separar el crecimiento económico del crecimiento de las emisiones. La mala noticia es que, en el resto del mundo, las emisiones aumentaron el año pasado. Entonces, si queremos resolver este problema, tenemos que tener todos los países a bordo.
El Sr. Taalas agregó que los países aún no están cumpliendo los compromisos que hicieron en la conferencia climática de la ONU en París en 2015, dejando al mundo actualmente en curso para un aumento de temperatura de cuatro a cinco grados para fines de este siglo: «claramente hay una necesidad de mayores niveles de ambición si nos tomamos en serio la mitigación climática ”.
Los incendios forestales australianos provocan un aumento global de CO2
El Sr. Taalas señaló que 2020 ha visto el enero más cálido registrado hasta ahora, y que el invierno ha sido «inusualmente templado» en muchas partes del hemisferio norte.
El calentamiento continuo en la Antártida vio el derretimiento del hielo a gran escala y la fractura de un glaciar, con repercusiones para el aumento del nivel del mar, y las emisiones de dióxido de carbono se dispararon después de los devastadores incendios forestales australianos, que propagaron humo y contaminantes en todo el mundo.
El verano de Australia 2018-2019 fue el más caluroso jamás registrado, alcanzando un pico de 41.9 grados centígrados el 18 de diciembre. Los siete días más calurosos de Australia registrados, y nueve de los 10 más calurosos, ocurrieron en 2019.
El país no fue el único lugar afectado por el calor extremo o los incendios forestales. Se batieron récords de calor en varios países europeos, incluidos Francia, Alemania y el Reino Unido. Incluso los países nórdicos registraron temperaturas récord, incluida Finlandia, que registró un máximo de 33,2 grados en la capital, Helsinki.
Varias regiones de latitudes altas, incluidas Siberia y Alaska, registraron altos niveles de actividad de incendios, al igual que algunas partes del Ártico, donde anteriormente era extremadamente raro. Indonesia y los países vecinos tuvieron su temporada de incendios más significativa desde 2015, y la actividad total de incendios en América del Sur fue la más alta desde 2010.
Los impactos generalizados del calentamiento del océano.
Las emisiones de gases de efecto invernadero continuaron creciendo en 2019, lo que provocó un aumento del calor del océano y fenómenos como el aumento del nivel del mar, la alteración de las corrientes oceánicas, el derretimiento de las plataformas de hielo flotantes y los cambios dramáticos en los ecosistemas marinos.
El océano ha visto una mayor acidificación y desoxigenación, con impactos negativos en la vida marina y el bienestar de las personas que dependen de los ecosistemas oceánicos. En los polos, el hielo marino continúa disminuyendo y los glaciares se redujeron una vez más, por 32º año consecutivo.
Entre 2002 y 2016, la capa de hielo de Groenlandia perdió alrededor de 260 Gigatoneladas de hielo por año, con una pérdida máxima de 458 Gigatoneladas en 2011/12. La pérdida de 329 Gigatonnes en 2019 fue muy superior a la media.
Inundaciones y sequías sin precedentes
En 2019, eventos climáticos extremos, algunos de los cuales no tuvieron precedentes en escala, tuvieron lugar en muchas partes del mundo. La temporada del monzón vio precipitaciones por encima del promedio a largo plazo en India, Nepal, Bangladesh y Myanmar, y las inundaciones provocaron la pérdida de unas 2.200 vidas en la región.
Partes de Sudamérica se vieron afectadas por las inundaciones en enero, mientras que Irán se vio gravemente afectado a fines de marzo y principios de abril. En los Estados Unidos, las pérdidas económicas totales por inundaciones se estimaron en alrededor de $ 20 mil millones. Otras regiones sufrieron una grave falta de agua. Australia tiene su año más seco registrado, y el sur de África, América Central y partes de América del Sur recibieron lluvias anormalmente bajas.
2019 también vio un número de ciclones tropicales superior al promedio, con 72 en el hemisferio norte y 27 en el hemisferio sur. Algunos ciclones notablemente destructivos fueron Idai, que causó una devastación generalizada en Mozambique y la costa este de África; Dorian, que golpeó las Bahamas y permaneció casi inmóvil durante unas 24 horas; y Hagibis, que causó graves inundaciones en Japón.
El costo humano
El clima cambiante está afectando la salud de la población mundial: los informes muestran que en 2019, las altas temperaturas récord provocaron más de 100 muertes en Japón y 1.462 muertes en Francia. El virus del dengue aumentó en 2019, debido a las temperaturas más altas, lo que ha facilitado que los mosquitos transmitan la enfermedad durante varias décadas.
Después de años de disminución constante, el hambre vuelve a aumentar, impulsada por un clima cambiante y eventos climáticos extremos: más de 820 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en 2018. Los países del Cuerno de África se vieron particularmente afectados en 2019, donde la población sufría de climas extremos, desplazamiento, conflicto y violencia. La región sufrió sequías, luego lluvias inusualmente fuertes hacia fines de año, lo que fue un factor en el peor brote de langosta en los últimos 25 años.
En todo el mundo, unos 6,7 millones de personas fueron desplazadas de sus hogares debido a peligros naturales, en particular tormentas e inundaciones, como los numerosos ciclones devastadores e inundaciones en Irán, Filipinas y Etiopía. El informe pronostica una cifra de desplazamiento interno de alrededor de 22 millones de personas a lo largo de todo 2019, frente a los 17,2 millones en 2018.
COP26: hora de apuntar alto
«Tenemos que apuntar alto en la próxima conferencia climática en Glasgow en noviembre», dijo el Sr. Guterres, hablando en el lanzamiento del informe en la sede de la ONU en Nueva York, el martes, refiriéndose a la Conferencia de la ONU sobre cambio climático 2020 (COP26) , que se celebrará en la ciudad escocesa en noviembre.
El jefe de la ONU hizo un llamado a todos los países para que demuestren que los recortes de emisiones del 45 por ciento desde los niveles de 2010 son posibles en esta década, y que las emisiones netas cero se lograrán a mediados de siglo.
El Sr. Guterres describió cuatro prioridades para la COP26: planes climáticos nacionales más ambiciosos que mantendrán el calentamiento global a 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales; estrategias para alcanzar las emisiones netas cero para 2050; un programa integral de apoyo para la adaptación al clima y la resiliencia; y financiamiento para una economía verde sostenible.
‘No lucharemos contra el cambio climático con un virus’
El jefe de la ONU también abordó la propagación continua de COVID-19, en respuesta a una pregunta sobre su probable efecto sobre el clima, dada la caída resultante en la actividad económica y, en consecuencia, las emisiones. El Sr. Guterres respondió firmemente que «ambos requieren una respuesta determinada. Ambos deben ser derrotados».
Aunque las emisiones se han reducido, el Sr. Guterres señaló que «no lucharemos contra el cambio climático con un virus». Además, subrayó la importancia de no permitir que la lucha contra el virus distraiga la necesidad de derrotar el cambio climático, la desigualdad y los muchos otros problemas que enfrenta el mundo.
Si bien se espera que la enfermedad sea temporal, el cambio climático, agregó el Secretario General, ha sido un fenómeno durante muchos años y «permanecerá con nosotros durante décadas y requerirá una acción constante».
