Según The Guardian, uno a uno, los gigantes energéticos que promocionaron inversiones en biocombustibles de algas como el futuro para el transporte con bajas emisiones de carbono, se han retirado. Incluso después de que el último defensor de esta iniciativa ,Exxon Mobil, anunciara su retiro, los expertos dicen que están decepcionados pero no sorprendidos de que petroleras abandonan promesas de inversión en biocombustibles.
La investigación en energías alternativas como algas fue fundamental para las campañas de marketing ecológico de Exxon durante años. Con frecuencia, se señaló que estas eran prácticas de greenwashing en lugar de un esfuerzo genuino de investigación para la transición hacia energías menos contaminantes.
Algas, un biocombustible con gran potencial
El rendimiento en producción de biodiesel —un ejemplo de biocombustible porque se deriva de aceites vegetales, grasas animales y grasas recicladas— con algas es unas 300 veces superior al que se alcanza con otras plantas oleoginosas como la soja y unas 25 veces al que se consigue con palma. Debido a estas características, las algas se consideran un recurso energético prometedor.
Las algas se componen de organismos acuáticos que capturan luz solar y el dióxido de carbono para hacer la foto-síntesis y así producir su energía, y además producen aceites vegetales que se pueden transformar en biodiesel. Al utilizar el exceso de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, las algas también contribuyen a reducir los niveles de este gas, lo que puede ayudar a combatir el efecto invernadero y el cambio climático.
No obstante, George Huber, cuya investigación sobre biocombustibles en la Universidad de Wisconsin en Madison fue financiada por Exxon durante años menciona que si bien es una tecnología prometedora, es un mercado desafiante y muy costoso. Y añade: “No va a suceder de la noche a la mañana. Es genial que hagan estos compromisos, pero saben que necesitan comenzar a invertir más capital en estos proyectos”.
En sus 12 años en el espacio, Exxon invirtió 350 millones de dólares en biocombustibles de algas, según el portavoz Casey Norton. (Norton dice que eso es más del doble de lo que la empresa gastó en promocionar esta investigación en anuncios).
Petroleras abandonan promesas de inversión en biocombustibles
Siguiendo con George Huber, el potencial de las algas como materia prima para los biocombustibles es doble. Primero, las algas pueden cultivarse en grandes concentraciones en estanques, lo que significa que no compiten con los cultivos alimentarios por la tierra cultivable; y segundo lugar, algunas cepas de algas producen grandes cantidades de lípidos, que son ácidos grasos que se pueden convertir en un aceite que se puede utilizar como combustible.
Pero competir con los combustibles fósiles abundantemente disponibles y fuertemente subsidiados, particularmente el gas, no es tan fácil, según Huber. «Todas las compañías petroleras han estado hablando de la necesidad de entrar en cosas más sostenibles, pero es difícil ganar dinero con ellas. Y la mayor parte de su dinero proviene del petróleo”, menciona.
Uno de los mayores desafíos fue que las cepas silvestres de algas no podían proporcionar los altos niveles de lípidos necesarios para producir grandes cantidades de combustible, dijo Todd Peterson, ex director de la empresas de biotecnología Viridos, el antiguo y ahora ex socio de investigación de algas de Exxon.
Es por eso que Viridos se centró en modificar genéticamente los organismos para maximizar la producción de lípidos. Y estaban haciendo verdaderos progresos. La fórmula mágica para la viabilidad comercial de los biocombustibles de algas es una cepa que puede producir 15 g de aceite por metro cuadrado en un ambiente al aire libre, y una cepa de Viridos había alcanzado los 10.
¿Adiós al financiamiento en biocombustibles?
Peterson, que trabajó para la empresa de 2013 a 2018, dijo que siempre tuvo la impresión de que los científicos de Exxon con los que trabajaba Viridos se tomaban en serio la investigación. “Estoy decepcionado”, dijo sobre la retirada de Exxon de las algas, “pero trato de mantener la mente abierta. Nunca se sabe cuáles son las prioridades cambiantes dentro de una empresa”.
Viridos despidió al 60% de su fuerza laboral después de la retirada del sector de Exxon en diciembre de 2022, revelada por Bloomberg el mes pasado. A mediados de abril, Viridos anunció una ronda de financiación de 25 millones de dólares liderada por Breakthrough Energy de Bill Gates, con Chevron y United Airlines contribuyendo también.
Varios exempleados de Viridos que solicitaron el anonimato porque habían firmado acuerdos de confidencialidad dijeron que los fondos de investigación de Exxon que apoyaba la investigación de Viridos en biocombustibles a partir de algas, no parecían ser suficientes para llevar a cabo una investigación de calidad.
Sin embargo, la compañía Exxon enviaba grandes equipos a los estanques de algas para obtener videos para sus anuncios publicitarios, lo que hizo que algunos de los empleados de Viridos sintieran que se estaban priorizando los esfuerzos de publicidad por encima de la investigación.
¿Transición eléctrica deja fuera a biocombustibles?
Matthew Posewitz, de la Escuela de Minas de Colorado y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable, quien trabajó en un laboratorio de algas financiado por Exxon durante ocho años, la noticia de que petroleras abandonan promesas de inversión en biocombustibles también responde a otras razones.
El auge de las algas surgió en un momento a principios de la década de 2000 cuando parecía que el mundo todavía necesitaba funcionar con algún tipo de combustible líquido, menciona Posewitz, pero ahora hay otra transición en puerta: la electrificación del transporte, lo que significa un mercado más pequeño para este tipo de biocombustibles, básicamente solo aviones y barcos.
Posewitz le da crédito a Exxon: “Están prestando atención a los datos e influyendo en las direcciones de investigación e informando a los académicos sobre las necesidades del mercado”. A veces, los académicos pueden ir en una dirección que no satisface ninguna necesidad del mercado”.
Coincidiendo con otros especialistas en el tema, el hecho de que petroleras abandonan promesas de inversión en biocombustibles es un indicio de que los gigantes energéticos tiene otras prioridades y que la investigación en biocombustibles de algas necesitará más tiempo y recursos para desarrollarse.