De acuerdo con el actual jefe de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, es urgente cambiar el actual sistema financiero para alcanzar ODS, dado que ha demostrado ser incapaz de amortiguar de manera efectiva los impactos de las crisis globales actuales.
Las declaraciones del mandatario siguen a las de economistas de alto nivel de la organización que recientemente advirtieron la probabilidad de que las crisis intersectadas —guerra en Ucrania y las crisis alimentaria y energética resultante— desaceleren el crecimiento de la economía y amenacen el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
ODS dependen de adoptar un sistema financiero mundial justo
Los ODS, también conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamado universal a la acción para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que, para 2030, todas las personas disfruten de paz y prosperidad.
Los 17 ODS reconocen que la acción en un área afectará los resultados en otras, y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental. En este contexto, los ODS son una hoja de ruta para que gobiernos y líderes empresariales los adopten y contribuyan en la construcción de un futuro sostenible para todas las personas.
Sin embargo, las declaraciones del secretario general de las Naciones Unidas señalan que las actuales crisis por las que atraviesa el mundo, en gran parte, son resultado de un sistema financiero mundial injusto, que exacerba la desigualdad.
«Debemos aumentar masivamente la financiación asequible a largo plazo alineando todos los flujos de financiación con los ODS y mejorando las condiciones crediticias de los bancos multilaterales de desarrollo».
Antonio Guterres, secretario general de la ONU.
Movilizar las inversiones hacia ODS
Guterres denuncia que a mitad de la fecha límite de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el progreso en los ODS no está donde debería estar. Pero gran parte de revertir esta tendencia está en adoptar un sistema financiero para alcanzar ODS.
Ello implica crear una nueva arquitectura financiera internacional que asegure que los fondos se inviertan automáticamente en apoyar transiciones justas, incluyentes y equitativas para todos los países. El actual sistema financiero creado originalmente para proporcionar una red de seguridad global en caso de shocks, es uno en el que la mayoría de los países más pobres del mundo han visto cómo sus pagos del servicio de la deuda se disparan en un 35% en 2022, señaló Guterres.
Esta gran brecha financiera, como la llama el jefe de la ONU, es la responsable de dejar a los países del sur global más susceptibles a las perturbaciones. Puesto que los países en desarrollo carecen de los recursos que necesitan con urgencia para invertir en recuperación, acción climática y los ODS. Lo que los deja aún más rezagados en la próxima crisis, y es aún menos probable que se beneficien de futuras transiciones, incluida la transición verde.
En noviembre de 2022, 37 de los 69 países más pobres del mundo estaban en alto riesgo o ya estaban agobiados por la deuda, mientras que uno de cada cuatro países de medianos ingresos, hogar de la mayoría de los extremadamente pobres, estaba en alto riesgo de crisis fiscal.
Pero, incluso antes del reciente aumento de las tasas de interés, los países menos adelantados que tomaban préstamos en los mercados internacionales de capital a menudo pagaban tasas del 5% al 8%, en comparación con el 1% de muchos países desarrollados.
Modificar el sistema financiero para alcanzar ODS
Cambiar el sistema financiero para alcanzar ODS tiene como objetivo ofrecer un sistema económico que funcione para todos y que permita compensar las condiciones adversas del mercado que enfrentan los países en desarrollo a través de inversiones en energía renovable, protección social universal, creación de empleo decente, atención médica, educación de calidad, sistemas alimentarios sostenibles, infraestructura urbana y transformación digital.
En este contexto, de acuerdo con el jefe de la ONU, las reformas de la arquitectura financiera internacional son una parte integral para reactivar los ODS. Pero la financiación para el desarrollo sostenible no se limita a la disponibilidad de recursos financieros. Puesto que los marcos de políticas nacionales y mundiales influyen en los riesgos, dan forma a los incentivos y afectan las necesidades de financiación y sus costos.
Para avanzar hacia un sistema financiero para alcanzar ODS, la ONU propone aumentar masivamente la financiación asequible a largo plazo para el desarrollo, fortaleciendo la base de capital de los bancos multilaterales de desarrollo, y mejorando sus condiciones de préstamo y alineando todos los flujos de financiación con los ODS.
«El alto costo de la deuda y los crecientes riesgos de sobreendeudamiento requieren una acción decisiva para poner al menos 500 mil millones de dólares al año a disposición de los países en desarrollo y convertir los préstamos a corto plazo en deudas a largo plazo a tasas de interés ‘más bajas'».
António Guterres, secretario general de la ONU.
Asimismo, la propuesta de la ONU incluye expandir el financiamiento de emergencia a los países que lo necesitan, incorporando cláusulas de desastre y pandemia en todos los préstamos soberanos, y emitir derechos especiales de giro de manera más automática en tiempos de crisis.
El papel central del sistema financiero internacional en la economía sostenible
Las instituciones financieras internacionales siguen estando en el centro de la agenda para el desarrollo sostenible. En lo inmediato, los bancos multilaterales de desarrollo pueden actuar de tres formas importantes, de acuerdo con el mandatario de la ONU.
Primero, los bancos multilaterales de desarrollo deben aumentar masivamente el volumen de préstamos, incluidos los préstamos concesionales. Esto puede lograrse aumentando su capital, haciendo un mejor uso del capital existente e implementando las recomendaciones de la revisión del marco de suficiencia de capital del G20, y redirigiendo los derechos especiales de giro a través de los bancos multilaterales de desarrollo.
En segundo lugar, los bancos multilaterales de desarrollo deben mejorar las condiciones de sus préstamos, en particular a través de préstamos a más largo plazo, tasas de interés más bajas, más préstamos en moneda local y la inclusión de todos los países vulnerables en los programas de préstamo.
Y, en tercero, los bancos multilaterales de desarrollo, así como todos los actores públicos y privados, deben integrar explícitamente los ODS en su marco, operaciones y todas las etapas del proceso de préstamo, y las cláusulas de desastre y pandemia deben integrarse en todos los contratos de deuda para proporcionar alivio inmediato en tiempos. de crisis.
Resta señalar que la voluntad política y empresarial es imprescindible para lograr un sistema financiero para alcanzar ODS, dado que el sistema económico actual ha demostrado ser insostenible frente a las crisis globales actuales.