Daniel Goñi Díaz, presidente de la Cruz Roja Mexicana, está empeñado en privatizar el servicio médico altruista que por generaciones ha tenido esta institución a nivel nacional e internacional. Actualmente, en la Cruz Roja se clasifican todos los accidentes a través de un sistema computarizado. De acuerdo a las zonas y colonias, se determina el nivel socioeconómico del herido o su familia. Trabajadores de la benemérita institución revelaron lo anterior y añadieron algo que puede ser calificado como delicado: hoy en día los directivos piden que se le dé prioridad a las personas que pueden pagar por los servicios que reciben. También tienen instrucciones de que los paramédicos evalúen el nivel económico de los lesionados y, si es visiblemente alto, sean llevados a hospitales privados. De la misma manera, si los paramédicos de la Cruz Roja reciben el reporte de un atropellado en alguna colonia popular de la capital, tienen la consigna de «hacer tiempo» y dejar que lleguen a ese sitio primero ambulancias de Protección Civil o del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
La Prensa, Noticias de Primera Plana, p. 4