La conferencia contra el calentamiento global del planeta que se celebrará en Cancún será la primera cumbre desde la de Kyoto, en 1997, a la que Europa asiste sin liderar las negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo global contra el cambio climático.
La Unión Europea viajará al balneario caribeño, dividida, carente de iniciativa y sin la oferta que siempre les caracteriza para sumar apoyo a favor de sus intereses.
La mano ahora la lleva «un grupo de países que tiene secuestrado el proceso de negociación», declaró Jos Delbeke, director de la Dirección General sobre Clima de la Comisión Europea, en un seminario para periodistas celebrado esta semana en Bruselas para discutir la posición de Europa rumbo a Cancún.
La 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP-16) se celebrará del 29 de noviembre al 10 de diciembre.
En entrevista con REFORMA, la Comisaria Europea para el Cambio Climático, Connie Hedegaard, le puso nombre y apellido a los responsables de definir hacia dónde debe dirigirse la estrategia global: China y Estados Unidos.
«No podemos avanzar mientras que los dos mayores emisores de carbono no adopten compromisos concretos y verificables», declaró en su despacho la ex Ministra de Energía y Clima de Dinamarca.
Estados Unidos y China son los mayores emisores de dióxido de carbono en el mundo, con 20 por ciento del total cada uno, seguido por la Unión Europea con 14 por ciento, India con 4.5 por ciento y Brasil con 3.5 por ciento.
Estados Unidos ni siquiera ratificó el Protocolo de Kyoto que expira en 2012, mientras que China sigue sin asumir obligaciones vinculantes.
La Unión Europea decidió avanzar en solitario marcándose metas concretas en el horizonte del 2020, cuando deberá haber reducido un 20 por ciento sus emisiones respecto a los niveles de 1990 y cubrir 20 por ciento de sus necesidades energéticas con fuentes renovables.
Con la intención de mantener el liderazgo en las negociaciones, la comunidad, además, prometió que aumentaría su compromiso de reducción de emisiones de 20 a 30 por ciento, sí Estados Unidos y otras potencias asumían una posición similar.
Empero, países como Alemania, Italia y Polonia se oponen a la meta debido a los altos costos de transformar su industria, en especial la del acero y el cemento, altamente contaminantes.
Un estudio de la UE estima que alcanzar la meta de 30 por ciento le costaría al bloque 81 mil millones de euros en 2020.
Gran Bretaña, Francia, España y los nórdicos consideran fundamental avanzar de manera unilateral para retomar el liderazgo.
«Con la legislación en Estados Unidos estancada, la UE debe aprovechar la ocasión para retomar el liderazgo y conducir al mundo a un nuevo acuerdo climático», sostiene Joris den Blanken, director de la unidad para el clima de Greenpeace.
Fuente: Reforma, Internacional, p. 18.
Reportero: Inder Bugarin.
Publicada: 17 de Noviembre de 2010