Los problemas de movilidad de la Ciudad de México se derivan de una deficiente planeación urbana, hecha por arquitectos y no por un equipo interdisciplinario que parte de un sistema de atracción y generación de viajes. Leonardo Martínez, experto en desarrollo urbano de la Universidad Iberoamericana y consejero ciudadano de la Procuraduría Ambiental Territorial (PAOT), afirmó que las autoridades capitalinas planean la ciudad a través del trazo de polígonos en los Programas y Planes de Desarrollo Urbano, sin trabajar con modelos integrales.
“La planeación urbana ha sido tomada por los arquitectos y le han dado un tinte arquitectónico en donde los mapas de desarrollo urbano se ven muy bonitos, porque tiene muchos colores y polígonos trazados, pero eso no tiene nada que ver con la forma en la que funciona la ciudad en la vida real.
“Se requiere de un equipo interdisciplinario para entender el funcionamiento, un solo especialista no puede contar con todas las herramientas conceptuales y analíticas que le permitan proponer soluciones eficientes”, dijo el doctor en urbanismo.
Martínez hizo hincapié en el hecho de que los programas de desarrollo urbano y transporte no se hacen de manera coordinada, como ocurre en ciudades europeas.
“Dentro de los mismos sectores hacen planes independientes, esto es lo que pasa en el DF, cuando la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) saca un programa de transporte, no lo consulta ni con el sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), eso en la práctica se refleja en la forma tan caótica en la que vivimos”, apuntó.
Cabe señalar que el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del DF (Seduvi), Felipe Leal, es arquitecto.
En lo que va de su gestión los proyectos que encabeza parten de la idea de promover la nueva inversión al mejorar el espacio público, dejando en segundo plano las políticas para mejorar la movilidad.
Un ejemplo es el Corredor Paseo Reforma, en donde se autorizó la construcción de más de 15 torres sin que se haya hablado sobre los conflictos viales y la saturación que provocará este crecimiento inmobiliario y de oficinas.
Esta zona de la ciudad carece de estacionamientos, padece de continuos bloqueos y manifestaciones, y el tráfico es una constante.
Otro de los puntos que señaló el urbanista es que en las mediciones que hacen de índices de competitividad para la Ciudad de México no se toman en cuenta los costos económicos, ambientales, urbanos y de salud que genera la desorganización espacial, traducida en pérdida de productividad académica y profesional.
“Los alumnos que más horas destinan al transporte en el DF suelen tener menores calificaciones que los que llegan en 15 minutos a la escuela y así sucede en el trabajo.
“Los costos por atender el problema de salud derivados de la contaminación atmosférica y congestionamiento de tránsito son muy altos, y eso es causa de mala organización de la ciudad”, agregó Martínez.
El GDF, además de autorizar las construcciones de inmuebles en Paseo de la Reforma, está edificando instalaciones para sistemas de transporte.
Las obras están generando conflictos viales en su trazo, además de molestias con vecinos y comerciantes.
Fuente: Excélsior, Comunidad, p 5.
Reportera: Kenya Ramírez.
Publicada: 4 de enero de 2011.