A pesar de que el programa Proequidad, que financia proyectos sociales para la igualdad entre hombres y mujeres, incrementó su presupuesto de 13 millones de pesos en 2012 a 80 millones de pesos el año pasado, no garantiza que los planes que apoya se apliquen con una visión de género. Tampoco es posible evaluar los resultados ni medir el impacto que tendrán, pues carece de un sistema de indicadores para valorar los resultados.
Lo anterior se desprende del documento Análisis y mejora de los instrumentos de seguimiento de los proyectos apoyados por Proequidad, realizado por una consultora privada a petición del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dependencia encargada de administrar el programa.
El informe indica que el personal designado para coordinarlo es insuficiente y tiene excesiva carga de trabajo, lo que impide dar un seguimiento eficaz. Si bien existe un sistema informático en el que se registra gran parte de las acciones, no se aprovechada en toda su capacidad debido a que la plantilla del área no se da abasto, pues da servicio a todas las unidades administrativas del instituto.
En 2012 se contó con 13 millones para impulsar proyectos de organizaciones civiles que favorecieran el adelanto de las mujeres en los ámbitos social, político, económico o cultural. Para 2013 el presupuesto fue de 42 millones de pesos y el siguiente año, de 60, informó en diciembre pasado la titular del Inmujeres, Lorena Cruz Sánchez. Sin embargo, el incremento de recursos “no se vio aparejado de un proceso orientado a generar resultados.
Fuente: La Jornada