Después de la enorme repercusión que tuvo la cumbre climática de Copenhague, resulta extraño cómo se diluyó el tema en las últimas semanas. No es para menos: el acuerdo al que llegaron un grupo de cinco países fue débil y muy por debajo de las expectativas, aunque desde algunos sectores se sostiene que el hecho de que China y Estados Unidos llegaran a algún tipo de punto común ya fue un avance relevante.
A pesar de este ‘enfriamiento’ del tema, las negociaciones tienen que volver a arrancar en vista a la COP16. Así, esta semana la Organización Naciones Unidas (ONU) anunció que pondrá como plazo el 31 de enero para que los países acepten o no el Acuerdo de Copenhague. El mismo fue firmado solamente por 20 de los 192 países participantes en la cumbre.
Desde The Guardian indican que es un plazo ‘blando’: se está pidiendo a los países que indiquen si queren estar asociados o adherir al Acuerdo de Copenhague, para probar la aceptación del mismo. En el caso de que quisieran adherir, los países deberían indicar sus objetivos de reducción de emisiones de carbono y/o aquellas acciones que vayan a llevar a cabo para enfrentar al calentamiento global. Se trata solamente de declaración de intenciones y no de un compromiso vinculante.
Recordemos que el Acuerdo de Copenhague era meramente una declaración de objetivos: el de evitar que la temperatura global suba más de dos grados por encima de los niveles pre-industriales y el de lograr un fondo de 100 mil millones de dólares al año para ayudar a los países pobres a adaptarse y reducir emisiones después de 2020.
En el mismo sentido (el de hacer avanzar a este acuerdo aunque sea como principio de otro tratado), la semana que viene se reunirán los ministros de Medio Ambiente de los cinco países que sellaron el acuerdo: Estados Unidos, China, India, Sudáfrica y Brasil.
Otro artículo de The Guardian indica que la idea es sellar la alianza en vistas a la próxima ronda de negociaciones que se llevará a cabo en Bonn, Alemania, del 31 de mayo al 11 de junio de 2010. También el incluir los objetivos anunciados por cada uno de ellos en el anexo del acuerdo y el discutir estrategias para convencer a los demás países de firmarlo.
Esto demuestra que el grupo de países está firme en su intención de liderar las negociaciones sin aceptar presiones de los países desarrollados de Europa o de organismos internacionales. Si esa actitud lleva a una solución climática o no está por verse.
La próxima cumbre climática es del 29 de noviembre al 10 de diciembre en México, pero antes de esta fecha habrá varias rondas de negociaciones previas.