Una crítica radical contra el modelo global que perpetúa en escalas local y planetaria la pobreza y la desigualdad social de la mayoría de la población mundial, escrita por un audaz pensador que lo califica “el más desastroso entre los incontables problemas que la humanidad debe resolver”. Derivado de la terminología militar, “baja (o daño) colateral” denota los efectos “imprevistos” de una acción que no obstante son perjudiciales; supone una desigualdad ya existente de derechos y oportunidades. La posibilidad de convertirse en “víctima colateral” de cualquier emprendimiento humano y de cualquier catástrofe “natural” es hoy una de las dimensiones extremas de la desigualdad social. “Los pobres, cada vez más criminalizados, son candidatos ‘naturales’ al daño colateral… resulta más fácil causarlo en los barrios míseros que en los recintos amurallados de los ricos y poderosos”.
La “íntima afinidad entre la desigualdad y las bajas colaterales” es abordada desde distintas perspectivas en los 11 capítulos de este libro, originados en conferencias dictadas en 2010-11, entre los cuales destacaremos: Del ágora al mercado, donde Bauman señala la paradoja de la vigencia en teoría de los derechos democráticos, pero inalcanzables en la práctica para la mayoría (“el 90% de la riqueza total del planeta está en manos del 1% de los habitantes”), y la necesidad del Estado social en escala global, donde el “orden del egoísmo” sea reemplazado para proteger a los individuos contra el silenciamiento, la exclusión y la negación de la dignidad; El destino de la desigualdad social en tiempos de la modernidad líquida, donde aborda la “fase dos de la revolución de los directores” y la “economía de la experiencia” y propone detener la polarización galopante de la fortuna y de la miseria (ONU: “imposible que 2,800 millones de personas que viven con menos de 2 dólares diarios puedan igualar alguna vez los niveles de consumo de los ricos”); el crecimiento económico no se ha traducido en el aumento de la igualdad, por el contrario, es un factor clave del mayor enriquecimiento de los pocos ricos y el empobrecimiento aún mayor de los pobres; ¿Son peligrosos los extraños?: incertidumbre y vulnerabilidad sociales, cimientos de todo poder político; frente al embate de las fuerzas ciegas del mercado, retrocede el “Estado providencial” y la crisis económica vuelve un hábito global “culpar a los inmigrantes”, igual que la “mixofobia”; la obsesión por la seguridad socava la confianza mutua y reproduce la sospecha recíproca. Urge un cambio de modelos de cohabitación humana; Consumismo y moral: la necesidad de asegurar la circulación ininterrumpida de mercancías y sus difíciles relaciones con la ética; el consumo ilimitado, amenaza para la supervivencia planetaria; Historia natural de la maldad: el imperativo kantiano que nos insta a “tratar a los demás como desearíamos que ellos nos trataran”, enfrentado a las distintas explicaciones del mal (Steiner: “el mal cometido por la gente común no es la excepción, sino la regla”, en otras palabras, es fácil engatusar a personas que no son malas para que cometan actos malvados); Hiroshima y Nagasaki y los campos nazis de exterminio son una de las caras del “proceso civilizatorio”; Sociología: ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?: nacida hace 120 años del “celo moderno por mejorar la sociedad”… Weber y Durkheim, pioneros de la sociología, la fundamentaron como ciencia, aunque Gadamer sostiene que no ha llegado aún al estadio en que pueda proporcionar “una base segura a la ingeniería social”.
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*Zygmunt Bauman, Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global (trad. del inglés por Lilia Mosconi, Polity Press, Cambridge 2011), FCE, Buenos Aires-Madrid-México 2011, $220, 240 pp. ISBN 978-607-16-0815-4.
Fuente: Milenio.com
Por: Jesús Anaya Rosique.
Publicada: 23 de febrero de 2012.