México no puede dar el salto hacia la sustentabilidad porque tiene dos grilletes que sujetan sus políticas públicas y el desarrollo de una cultura verde: la pobreza y la violencia. Dos factores que, a decir del doctor en Ciencias Ambientales Adrián Fernández Bremauntz, sacan de la agenda social el tema del medio ambiente como prioridad pues “entre balazos y hambre” esta discusión se debilita.
Al respecto, Augusto Chacón, director general de la Fundación Selva Negra, explicó que hay una relación directa entre la pobreza y la pérdida de calidad ambiental, pues en las zonas más marginadas la gente continúa cazando animales y explotando los recursos naturales para conseguir el sustento.
Si bien en la última década México ha presentado sólidos avances en el marco legal medioambiental, tiene serios rezagos en la consolidación de una buena gobernanza ambiental. De acuerdo con Fernández, extitular del Instituto Nacional de Ecología, el incremento de responsabilidades de los gobiernos subnacionales no ha venido acompañado de recursos y existe una gran brecha entre el papel y la aplicación de las normas.
La falta de integración horizontal de la política en sectores distintos al medio ambiente es el tendón de Aquiles de las medidas que se toman en México, sostiene Fernández Bremauntz.
Atender los problemas de medio ambiente y saltar hacia una cultura verde va más allá que sólo reciclar y plantar árboles significa para Paulina Moreno, directora de Las Páginas Verdes, adoptar una cultura de vida y apostar a la transformación de consumo y economía. La apuesta debe recaer en cómo inculcar la idea de que se pueden sacar más beneficios económicos a través la conservación de la naturaleza.
Fuente: El Economista, p. 5.
Por: Ana Lagner.
Publicada: 6 de junio de 2011.