La plataforma de streaming se encuentra en el ojo del huracán después de que concursantes del reality show «El Juego del Calamar: El Desafío», una adaptación de la exitosa serie coreana «El juego del Calamar» (en inglés, Squid Game), señalaran que podrían demandar a Netflix por hipotermia y lesiones, de acuerdo con The Guardian.
La controversia de que los concursantes del programa están contemplando emprender acciones legales contra Netflix y los productores, alegando que sufrieron daños a su persona durante la filmación del programa, ha suscitado debates sobre las dimensiones de responsabilidad social de la industria del entretenimiento durante estos reality, cuestionando su compromiso hacia el bienestar de las personas participantes.
¿Qué es El Juego del Calamar?
En la versión coreana de «El Juego del Calamar», los participantes compiten en juegos infantiles aparentemente inocentes, pero que se vuelven letales a medida que avanzan. Los concursantes, personas de bajos recursos económicos, arriesgan sus vidas por la oportunidad de ganar un premio monetario sustancial. La serie original fue un fenómeno global, atrayendo a millones de espectadores con su combinación única de drama, suspenso y exploración de temas sociales.
En el caso del programa «El Juego del Calamar: El Desafío» creado por Netflix, donde los concursantes se enfrentan a desafíos inspirados en los juegos de la serie coreana, el problema surgió luego de que algunos de los concursantes refirieran que sufrieron hipotermia y daños en los nervios durante el rodaje en los estudios Cardington en Bedfordshire, una antigua base de la Real Fuerza Aérea.
Express Solicitors, el bufete de abogados británico que está representando a dos jugadores anónimos del reality show, quienes afirman que no sabían que estarían arriesgando su salud al permanecer agachados e inmóviles durante largos períodos en temperaturas frías, señala que los concursantes ahora se han quedado con lesiones después de pasar tiempo en dolorosas posiciones de estrés en temperaturas frías.
«Los concursantes pensaron que estaban participando en algo divertido, y los lesionados no esperaban sufrir como lo hicieron. Ahora se han quedado con lesiones después de pasar tiempo en dolorosas posiciones de estrés en temperaturas frías».
Daniel Slade, CEO de Express Solicitors.
El Juego del Calamar, grabado en condiciones inhumanas
Las alegaciones presentadas por los concursantes de «El Juego del Calamar: El Desafío» plantean un cuadro impactante de las condiciones a las que fueron sometidos durante la filmación del programa. Entre las acusaciones más preocupantes, destacan los casos de hipotermia, daño nervioso y situaciones extremas que llevaron al desmayo de al menos un participante.
El relato de un testigo que presenció el desmayo de otro concursante destaca la intensidad y la tensión extrema del entorno de grabación. El desmayo sugiere no solo la demanda física extrema a la que fueron sometidos los participantes, sino también la posible falta de intervención médica adecuada o la previsión insuficiente para garantizar la seguridad y el bienestar de los concursantes durante el rodaje.
Según Deadline, Vice, Rolling Stone y Variety estuvieron entre las publicaciones que detallaron los problemas durante el rodaje, cuando una ola de frío en Gran Bretaña creó complicaciones en Cardington Studios, una antigua base de la Royal Air Force en Bedford.
Rolling Stone, que publicó el primer informe en profundidad sobre «Squid Game: The Challenge», dijo que los concursantes enfrentaron condiciones «inhumanas». Cuatro jugadores recordaron cómo un partido de dos horas duró hasta nueve horas en temperaturas gélidas, y uno afirmó que sufrió una hernia de disco y un desgarro en el tendón de la rodilla durante la producción. Otro participante afirmó haber desarrollado neumonía y una infección de oído.
¿El precio de la vida en un juego?
Estrenándose como una recreación del exitoso drama coreano, «El Juego del Calamar: El Desafío» presenta a concursantes de todo el mundo compitiendo por un asombroso premio en efectivo de $4.56 millones de dólares, el más grande en la historia de los programas de concursos.
La premisa del programa, inspirada en el éxito de su predecesor, gira en torno a participantes que se involucran en versiones letales de juegos infantiles para asegurar riqueza financiera. El Squid Game original cosechó una inmensa popularidad, siendo visto en 142 millones de hogares y acumulando 1.65 mil millones de horas de visualización en sus primeros 28 días de lanzamiento en 2021.
La amenaza de acciones legales ha arrojado una sombra sobre la producción, transformando la narrativa de una historia de competencia y emoción a una de posible negligencia y explotación. La representación de los concursantes por parte de Express Solicitors posiciona esta batalla legal como una lucha de «David y Goliat», donde individuos que buscan diversión se encuentran confrontando a gigantes poderosos del entretenimiento.
Netflix responde ante posible denuncia
En respuesta a las alegaciones, un portavoz de «El Juego del Calamar: El Desafío» enfatizó: «Ninguna demanda ha sido presentada por ninguno de los concursantes de El Juego del Calamar. Nos tomamos extremadamente en serio el bienestar de nuestros concursantes». Sin embargo, la amenaza de acciones legales, junto con la revelación de febrero de que el programa enfrentó una inspección de seguridad independiente por el Ejecutivo de Salud y Seguridad de Gran Bretaña (o HSE, como se le conoce más comúnmente) después de los incidentes médicos, plantea preguntas sobre la adecuación de las medidas de seguridad durante la producción.
Aunque la Health and Safety Executive (HSE) decidió que no era necesaria ninguna acción adicional, la controversia arroja luz sobre la necesidad de protocolos de seguridad sólidos en el entorno de alta presión de la televisión reality. A medida que se desarrolla la batalla legal, incita a un examen crítico del equilibrio entre la responsabilidad social en la industria del entretenimiento con el cuidado hacia los participantes, instando a la industria a priorizar el bienestar de aquellos que emprenden el desafiante viaje de la competencia reality.
En conclusión, la saga legal en desarrollo que rodea a «El Juego del Calamar: El Desafío» sirve como un recordatorio sobrio de que la búsqueda de un entretenimiento reality cautivador no debe eclipsar la importancia de consideraciones éticas y la seguridad de los participantes. Mientras la audiencia continúa siendo cautivada por el drama en pantalla, las batallas legales entre bastidores subrayan la necesidad de un enfoque más transparente y responsable hacia la televisión reality, asegurando que la emoción del juego no se convierta en una realidad peligrosa para aquellos que eligen participar.
«Squid Game Maastricht» by hans s is licensed under CC BY-ND 2.0.