La implementación de este modelo de negocio se ha convertido en un aliciente para la captación de agua de lluvia, por lo que cada vez más construcciones en el país acuden a este servicio.
Desde hace dos años, Alejandro Tazzer, y Diego Tonda han unido talento para innovar con una de las empresas dedicas a la búsqueda de beneficios ambientales para casas, departamentos y corporativos: Ecoconstrucción.
Estos empresarios, egresados del ITAM y la UNAM, respectivamente, desarrollan proyectos para convertir una azotea en un espacio verde, que ayude a la nivelación de la temperatura y recuperación de agua de lluvia, para posteriormente utilizarla en riego.
“Es un sistema que surge en Alemania en los años 60’, pero que en México poco se había aprovechado. Hoy sin duda existe una tendencia internacional en la construcción que se inclina a los llamados edificios verdes, basada en diseño, instalación y mantenimiento de azoteas y muros verdes”, dice Tazzer.
BENEFICIOS AMBIENTALES
Una azotea con estas característica reduce considerablemente el efecto “isla térmica”, que es un fenómeno climático ocasionado por el calor que emiten los vehículos, los procesos industriales y los rayos solares al reflejarse en el asfalto.
“En un día soleado de verano promedio, la temperatura de una azotea común puede llegar a oscilar entre los 25 y 50 grados centígrados. Una azotea verde, dependiendo de su estructura, puede reducir los cambios de temperatura en la loza hasta en un 40% su uso” Tazzer explica que los beneficios económicos también se muestran en el incremento entre 15% y 20% en el valor del inmueble.
“Garantiza una vida más larga a la estructura del edificio, reduce los costos de energía, capta agua pluvial, que puede ser reutilizada para riego, ayuda a la impermeabilización hasta por 30 años, todo esto se traduce en el aumento de la tasa de retención de los inquilinos. Adicionalmente, la instalación de una azotea verde puede traer beneficios fiscales por medio de un descuento en el impuesto predial”.
El entrevistado señaló que este tipo de proyectos se acomodan mejor en obras nuevas. “También se pueden colocar en edificios ya construidos, pero en uno nuevo los costos se reducen hasta un 70%. Además, tenemos la convicción de solamente usar materiales que se encuentren en México, como tepojal y tezontle”, agregó Tazzer.
Empresas y Empresarios; Caso de éxito, p 18.