Una fábrica de queso en Rusia cerró temporalmente por una queja de sanidad muy particular: los empleados de la planta se tomaron un baño en la cuba de leche… desnudos.
Uno de ellos subió las fotos a redes sociales durante el Año Nuevo, con la leyenda «Más allá de esto, el trabajo es aburrido».
La fábrica en Omsk, Siberia, ahora está bajo investigación.
«(Se violaron) de manera flagrante las normas sanitarias y epidemiológicas», indicó Marina Boyko, subdirectora del Comité de Investigación Sanitaria rusa, a The Siberian Times.
«Ya se ha constatado que el líquido en el que los empleados de la fábrica aparecen bañándose era leche cruda utilizada para fabricar queso».
«En el año en curso, se han vendido en 14 ciudades rusas más de 49 toneladas de productos de esa empresa», precisa un comunicado del Comité de Investigación, que pide a los ciudadanos que señalen posibles intoxicaciones.
Los responsables de la fábrica se exponen a una pena de hasta dos años de cárcel si se les considera culpables de producir alimentos no aptos para el consumo.
Algunos expertos señalan que parecen ser comunes las condiciones poco idóneas de la producción en Rusia debido a que no se implementan medidas de protección al consumidor.
«Lo que pasó en esta fábrica de lácteos en Omsk es, por supuesto, cuestión de pura idiotez, pero ahora ya no hay nada que prevenga que tales idiotas cometan violaciones similares en otras partes del país», dijo Dmitry Yanin, director de la Confederación Rusa de Sociedades del Consumidor, al diario Los Angeles Times.
Fuente: Reforma