Por: Brenda Santillán Soto
La transición hacia la economía verde tiene el potencial de crear empleos en diferentes industrias de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT); a futuro, la prospectiva indica que para 2030, 6 millones de empleos relacionados con industrias contaminantes deberán disolverse aunque darán oportunidad a 24 millones de nuevos empleos en industrias sustentables.
Soledad Aragón, secretaria de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México, mencionó que lo anterior permitirá: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aminorar los deshechos, preservar los ecosistemas y permitir una adaptación al cambio climático.
De acuerdo con la funcionaria local, el proceso de transformación en el futuro del trabajo exige afrontar grandes retos, como los cambios demográficos, cerrar la brecha de oferta-demanda en el campo laboral y garantizar la seguridad social en el trabajo.
En materia de cambios demográficos, la tasa demográfica señala que en unos años habrá más adultos mayores pensionados que jóvenes en edad productiva.
En el marco de la presentación de la campaña “Yo soy el futuro de trabajo”, impulsada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Soledad Aragón añadió que “el florecimiento de las industrias verdes conlleva esfuerzos de los gobiernos para concretarse con éxito”.
De acuerdo con datos de la OCDE, 25% de los mexicanos mayores de 65 años viven en pobreza relativa mientras que las contribuciones al sistema de pensiones son demasiado bajas y no garantizan beneficios de pensión de más de 50% del salario final.
Otro de los desafiios primordiales es que las y los trabajadores deberán ser capacitados para adaptarse a las nuevas formas de trabajo, mediante una reconstrucción de los planes educativos y una formación continua, consideró la funcionaria.
Los empleos verdes, según la OIT, son cruciales para el desarrollo sostenible y responden a los desafíos mundiales de protección del medioambiente, desarrollo económico e inclusión social.