En la cumbre de Copenhague la consigna parece ser salvar al planeta sin perder el estilo.
Y es que el centenar de líderes mundiales, los 15 mil delegados y oficiales, así como los 5 mil periodistas que acuden al evento, no han escatimado en comodidades.
De acuerdo con Majken Friss Jorgensen, directora de la compañía más grande de limusinas en la ciudad, su firma y las de la competencia no se dan abasto, pues más de mil 200 de estos autos de lujo han sido rentados para «la cumbre que salvará al mundo», cuando en sus días normales el máximo número alquilado es de 12. De todos estos vehículos sólo 5 son híbridos; el resto consume gasolina y diesel.
«Hemos estado trayendo vehículos desde Alemania y Suecia», asegura. Tan sólo la delegación francesa pidió 42, le dijo Friss al diario Daily Telegraph.
Además, el aeropuerto de la capital danesa espera recibir más de 140 aviones privados.
Se estima que con su frenética actividad la cumbre genere casi 41 mil toneladas de dióxido de carbono, según los organizadores.
Click sobre la imagen para ampliar