Durante los últimos 12 meses, tribunales desde Indonesia hasta Australia han dictado fallos que revocan permisos de operación de centrales eléctricas contaminantes y denuncian violaciones de derechos humanos. Estas victorias pueden sentar precedentes para mayores esfuerzos que alienten el compromiso de los países de prestar atención seriamente al medio ambiente y los impactos del cambio climático.
Pero 2023 podría ser aún más importante para los litigios climáticos, con audiencias y juicios en todo el mundo listos para arrojar luz sobre los peores perpetradores, dar voz a las víctimas y obligar a los gobiernos y empresas a asumir su Responsabilidad Social (RS).
2023, el año de la justicia climática
Aunque muchos litigios climáticos se han presentado en los EE. UU., la mayoría se han desestimado o se han estancado en argumentos procesales. Este año, sin embargo, finalmente se verá un caso en el que un grupo de niños y jóvenes de entre cinco y 21 años se enfrenten contra el estado de Montana, EE.UU.
Los jóvenes demandantes representados por Nate Bellinger de Our Children’s Trust, un bufete de abogados de interés público, argumentan que el gobierno de EE. UU. no está protegiendo sus derechos constitucionales, incluido el derecho a un medio ambiente sano y limpio, al apoyar un sistema energético impulsado por combustibles fósiles. También dirán que el cambio climático está degradando recursos vitales como ríos, lagos, peces y vida silvestre que se mantienen en fideicomiso para el público.
«La corte decidirá la constitucionalidad de una política energética que promueve los combustibles fósiles, así como una ley estatal que permite a las agencias ignorar los impactos del cambio climático en su toma de decisiones».
Andrea Rodgers, abogada litigante sénior de Our Children’s Trust.
La abogada litigante señaló que nunca antes se había llevado un juicio por el cambio climático de esta magnitud, este juicio será visto en todo el mundo y está destinado a incidir en la trayectoria de los litigios climáticos en un futuro.
En un caso similar, en Canadá se espera un fallo este año en la primera demanda climática del país que haya llegado a los tribunales. Siete jóvenes, encabezados por Sophia Mathur, que ahora tiene 15 años, hicieron historia el otoño pasado cuando desafiaron la reversión del gobierno de Ontario de su objetivo de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para 2030.
Aumenta litigios climáticos a nivel mundial
Pero esos casos son solo parte de la creciente ola que se está manifestando a nivel global. En México, los jóvenes han liderado varios casos judiciales importantes que cuestionan el ritmo lento del sistema de energía limpia del país. El tribunal supremo debe decidir si se les permite buscar justicia en al menos un caso.
En Sudáfrica, se ha llegado a un punto crítico para los litigios climáticos, por lo que podría haber decisiones en varios casos importantes. Por ejemplo, un desafío constitucional al plan del país para construir nuevas centrales eléctricas a carbón durante la crisis climática, se escuchó en noviembre y se espera un fallo pronto.
Asimismo, en Nueva Zelanda, se espera que el tribunal de apelaciones escuche la demanda del líder iwi de Northland, Mike Smith, contra el tribunal superior que anuló su reclamo al gobierno del país, ya que buscaba una declaración de que había incumplido sus obligaciones climáticas.
En su primera audiencia pública sobre el clima en marzo de este año, un grupo de mujeres suizas mayores conocidas como KlimaSeniorinnen dirá que son particularmente vulnerables a la crisis climática porque su salud está en riesgo por las olas de calor. Presentarán sus argumentos ante la gran sala del tribunal, que está reservada para los casos más graves, y contarán con el apoyo de dos destacados abogados británicos, Jessica Simor y Marc Willers.
Llaman a responsabilidades a gobiernos y empresas
No solo los gobiernos están en la línea de fuego, porque los litigios climáticos contra el sector privado seguirán creciendo. En los EE. UU., Richard Wiles, presidente del Centro para la Integridad Climática, sostiene que los acusados de las grandes petroleras están utilizando argumentos y tácticas engañosas para tratar de trasladar las demandas por el cambio climático de los tribunales estatales a los tribunales federales a pesar de la falta de jurisdicción.
Los demandantes buscan hacer que esas empresas y otros contaminadores paguen su parte justa de las facturas que ahora enfrentan las comunidades debido al aumento del nivel del mar, el calor extremo y otros daños climáticos provocados por los combustibles fósiles.
Por otro lado, de acuerdo con Sarah Mead, codirectora de Climate Litigation Network, hay un proyecto internacional de la Fundación Urgenda para apoyar a organizaciones, comunidades e individuos a utilizar los litigios para obligar a los gobiernos nacionales a aumentar su ambición de mitigación climática. Estos casos sentarán un precedente profundo en las cortes de todo el mundo.
Los resultados serán cruciales para incidir en la Responsabilidad Social de los gobiernos y empresas, particularmente en los países de la OCDE con importantes responsabilidades históricas y más capacidad para reducir sus emisiones. También ayudan a «reducir la brecha de emisiones globales y fomentar aún más la movilización de los ciudadanos sobre la necesidad de una acción climática más fuerte», sentenció Sarah Mead.
También habrá un movimiento a nivel internacional. A principios de este año, la ONU votará una resolución clave sobre los derechos humanos y el cambio climático. Si se aprueba, la corte internacional de justicia tendrá que asesorar sobre qué obligaciones tienen los estados bajo el derecho internacional para proteger los derechos de las generaciones presentes y futuras contra los impactos negativos del cambio climático.
