Por Corinna Acosta
Hace unos años Apple pisaba fuertemente el terreno de las empresas en la lista negra de Greenpeace, hoy ha abandonado esa lista y se ha ganado una estrellita verde.
El último gran paso en el proceso ha sido la publicación reciente de su Informe de Responsabilidad de Proveedores de Apple con el que la empresa ha incrementado la transparencia en su cadena de valor, declarando que no consciente ningún tipo de incumplimiento en materia medioambiental y exige a sus proveedores el cumplimiento de un código de conducta, además de someter a auditorías especializadas a los segmentos considerados de alto riesgo, colaborando con organismos independientes, como la Agencia de Protección Ambiental del Estados Unidos y el Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales de China (IPE).
En el informe destaca que entre los logros obtenidos durante 2012, Apple se convirtió en la primera empresa tecnológica admitida en la Fair Labor Association (FLA) y realizó 55 auditorias ambientales especializadas, solicitando el apoyo de expertos independientes a la marca y aumentando así el nivel de transparencia en su cadena de valor.
Hay que recordar que en 2007 Greenpeace lanzó la campaña «Green My Apple» para invitar a la marca a liderar la industria de la tecnología en el camino a lograr productos libres de componentes tóxicos, ese mismo año Steve Jobs anunció el compromiso de Apple de eliminar las sustancias tóxicas de sus productos para 2009.
Más tarde en 2012 nació un nuevo llamado de Greenpeace a la compañía estadounidense, esta vez para limpiar iCloud, tras señalar que el centro de datos de la compañía en Carolina del Norte tenía un consumo de energía poco eficiente basado en carbón y petróleo. La respuesta de Apple fue duplicar el uso de energía solar y su inversión en energía renovable local.
Ahora Apple ha consolidado su compromiso ambiental bajo la batuta de Lisa Jackson, uniéndose así a Intel y HP en la lista de empresas que han marcado la pauta para que cada vez más compañías tecnológicas reduzcan de forma significativa su impacto ambiental, haciendo más eficiente su consumo de energía e implementando prácticas responsables a lo largo de su cadena de suministro.
Así Apple se ha ganado los elogios de la organización internacional tras consolidarse como un líder sustentable en la industria, mejorando su rendición de cuentas significativamente y convirtiendo poco a poco la sostenibilidad en una ventaja competitiva de la marca.
