Todo el que viva en la Ciudad de México o la haya visitado alguna vez sabe que uno de sus principales problemas es el tráfico. Una nueva opción para solucionarlo es el servicio de autos compartidos
La idea de Carrot es que los ciudadanos que usen transporte público o bicicletas para moverse, pero necesiten un automóvil en situaciones específicas, puedan rentar el servicio por horas o días. De esta manera se ahorran los inconvenientes y gastos de tener un auto propio (seguro, gasolina, estacionamiento, etc.) pero obtienen los beneficios de moverse por la ciudad en horarios o situaciones en las que el transporte público no es la mejor opción.
En la sección de su página web dedicada a los beneficios ambientales de la idea, la empresa afirma que espera que el 10% de la población use este servicio, y que cada Carrot significa 20 autos menos circulando.
Quien desee ser usuario de Carrot necesita inscribirse (con un costo de $300), reservar el lugar y horario en el que necesitará el auto, recibir una tarjeta que equivale a la llave y se activa con un sensor, ir a buscar el vehículo a una de las 16 estaciones existentes, manejarlo y regresarlo al mismo lugar.
Carrot ya ha recibido cobertura en varios medios, y se basa en un concepto que ha tenido éxito en países como Estados Unidos pero sigue siendo extraño en México. Es posible que a la gente le tome un tiempo dejar atrás su automóvil propio a cambio de usar otras alternativas, pero lo importante es que existan opciones que permitan conservar un estilo de vida cómodo y práctico al mismo tiempo que le dan un respiro al tráfico y al medio ambiente.
Nos venden el servicio, pero no nos dicen por qué esta opción es sustentable. Datos duros señores, por favor.
Los datos los proporciona la empresa, pero es cierto que si una persona decide no ser dueño de un auto y solo rentar uno ocasionalmente, es mucho más sustentable.