Cuando los colaboradores de una compañía almuerzan o comen en su escritorio mientras están trabajando, a simple vista puede parecer que han encontrado la forma ideal de ahorrar tiempo e incrementar su nivel de productividad, pero puede tratarse de una idea realmente engañosa, ya que esto podría limitar su atención, afectar la calidad de sus tareas e incluso dañar sus relaciones interpersonales, por lo que las empresas responsables no deben de ninguna forma incentivar estas prácticas.
Aprovechar el tiempo de comida o almuerzo para visitar áreas comunes de la oficina, puede contribuir a crear un mejor ambiente laboral si buscas interactuar con tus compañeros de trabajo y conocer nuevos colaboradores.
Las empresas que mantienen un modelo de oficinas flexibles facilitan esta interacción y promueven un mejor ambiente laboral estimulando la capacidad de comunicación y la productividad de su equipo de trabajo al tiempo que ofrecen a sus colaboradores la posibilidad de reducir el estrés y crear una conexión más profunda con la compañía y sus valores. Cuando un trabajador talentoso disfruta su entorno de trabajo crea un vínculo que influye positivamente en su permanencia en el mismo.
Lo mismo sucede cuando un trabajador toma unos minutos de su día para compartir una conversación con un compañero mientras bebe algo de café o come un sandwich entre comidas, por lo que las empresas han decidido comenzar a ofrecerles la libertad de despejar su mente y crear relaciones productivas en su entorno laboral, mismas que pueden ser de gran utilidad cuando alguien se prepara para un puesto de liderazgo.
Finalmente, tomar los alimentos fuera del escritorio permite a las personas concentrarse mejor en la calidad y cantidad de la comida que consumen, contribuyendo activamente en mejorar su salud y permitiendo a la compañía promover entre sus colaboradores el hábito de abstenerse de aquellos alimentos que afectan su productividad.