Huella de carbono. Impacto neto. Innovación disruptora y sustentable. Crowdsourcing. Tal vez conoces el significado de alguno de estos términos, pero es imposible negar que el lenguaje de lo sustentable es cada vez más complicado. Si a eso le agregamos el eterno debate entre sustentable y sostenible y los términos en inglés que todavía no tienen una traducción oficial al español, la confusión aumenta varios niveles.
La sustentabilidad debe importarnos a todos, tanto a empresas como a gobiernos y organizaciones ciudadanas, llegando por supuesto al individuo. Pero tantos términos especializados están haciendo que se convierta en un tema de nicho, accesible solamente para unos pocos. Esta es la tesis Brendan May, en un reciente artículo para Green Biz. Y no podemos decir que esté equivocado.
¡Comparte este post en tu Facebook!
¿Su solución? Debemos enfocarnos menos en la jerga del gremio y más en resultados. Nada de «narrativas», «marcos teóricos» o «rediseño de sistemas». Simplemente: menos deforestación, no al petróleo en el Ártico, más pesca sustentable.
Si has encontrado interesante este post, compártelo en Google+
Los consumidores quieren poder identificar las opciones más verdes rápidamente, pero lo cierto es que sus decisiones no tienen un impacto masivo en las áreas donde se necesita. Por eso tanto empresas como activistas deben mirar hacia los temas verdaderamente importantes, como las grandes transacciones B2B y la responsabilidad de las instituciones financieras.
¿Qué opinas? ¿Es tiempo de olvidar la terminología sustentable?
La sustentabilidad irá formándose cada vez más, no solo como práctica empresarial, sino como campo de estudio y así tendrá que ir adquiriendo sus propios términos, es imposible que no suceda