EAE Business School —perteneciente a Planeta Formación y Universidades—, junto con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), lanzaron recientemente su III Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica, en donde analiza el compromiso de las Empresas Socialmente Responsables en México y se encontró que el presupuesto que se destina para estas demandas sociales supera por poco el 1% de los ingresos totales de las empresas.
¿Qué pasa en México?
El estudio detalla que en México más del 60% de las empresas cuenta con un área enfocada a la Responsabilidad Social, de éstas, 39% cuenta con un área que se dedica parcialmente a esta parte mientras que 22% tiene un área exclusiva.
Los tres organismos detallaron que la consolidación de la Responsabilidad Social en la estructura organizativa se debe al incremento de obligaciones y regulaciones establecidas en torno a este impacto social, por ello se requieren perfiles especializados y capaces de garantizar los resultados.
En cuanto a presupuestos, éstos aún se mantienen bajos: 11% de las empresas tienen un presupuesto asignado de más de 1% de sus ingresos exclusivamente para las acciones de responsabilidad social; mientras que para 42% de otras empresas, el presupuesto destinado se sitúa en menos de 1%.
Por otra parte, el Observatorio revela que el área responsable de poner en la mesa estas prácticas dependen, en 23% de los casos, de la Dirección General, mientras que 29% está en manos del área de Presidencia. Al respecto, May López, autora del estudio y directora del Global Executive Máster en Sostenibilidad ESG de EAE Business School, destaca que “el liderazgo de la alta dirección de las compañías por dinamizar y desarrollar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en sus organizaciones, apenas destinan recursos y presupuesto específico o exclusivo para impulsar este compromiso”.
Pese a ello, la especialista precisa que “el indicador muestra el recorrido de mejora a la hora de tener identificados y cuantificados costes, inversiones, retornos e impactos en esta área, como ya ocurre con otras áreas más asentadas en las empresas”.
Empresas socialmente responsables con un enfoque ASG
El enfoque ASG que mantienen las empresas socialmente responsables en el país, son criterios utilizados para evaluar el desempeño de una empresa y organización en tres ámbitos clave de la sostenibilidad: “A” de ambiente, “S” de social y “G” de gobernanza. Bajo estos criterios la III edición del Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica constata que la concepción de las Empresas Socialmente Responsables en México está fuertemente marcada por un enfoque medioambiental, seguido por la contribución a la sociedad y la ética.
El informe revela que 91% de las empresas encuestadas de México dispone de códigos de conducta, un 70% de un sistema de gestión de riesgos, 65% dispone de un programa de acción social y 61% ha trasladado y comunicado a los empleados las políticas de sostenibilidad.
Las iniciativas relacionadas con la sostenibilidad con menos adhesión son la huella de carbono certificada (18%), la huella de carbono calculada (35%), un programa de compensación de emisiones (35%) y un programa de eficiencia energética (55%).
Para López, “nos enfrentamos a una serie de desafíos y corremos el riesgo de no abordarlos de manera coherente. Sin embargo, esta situación, más que un problema, representa una oportunidad para integrar de manera irreversible la Responsabilidad Social Corporativa y las estrategias de sostenibilidad en todas las organizaciones, lo que contribuirá a la recuperación económica, social y ambiental demandada por los distintos grupos de interés. Necesitamos no sólo superar las crisis actuales, sino también promover nuevos modelos regenerativos”.
Por su parte, Narciso Casado, secretario permanente de CEIB y director de Relaciones con Iberoamérica de CEOE señala: “la RSC y la sostenibilidad están en el ADN de nuestras empresas e instituciones representativas y es una de las grandes preocupaciones de CEIB. La receta es más pedagogía, una mayor implicación del sector público y privado, más recursos, más diálogo… Sin duda, debemos seguir considerándola una oportunidad y una ventaja competitiva para nuestras empresas y nuestros países”.
Desde FIJE, su presidente Matías Fernández, pone de relieve el incremento de las prácticas en materia de RSC y cómo éstas se aplican de manera transversal a las grandes empresas, pymes y mipymes, convirtiéndose, además, en eje central de las estrategias empresariales. “Los jóvenes empresarios contamos con una ventaja importante y es que nuestras empresas ya nacen con la sostenibilidad y la RSC como factores clave, somos por naturaleza sostenibles, responsables y pensamos nuestras compañías con propósito, y esto nos permite implementar las estrategias alineadas a los ODS de una manera más ágil”.