Adán Arón, profesor de Psicología de la Universidad de California, San Diego, y destacado colaborador de The Conversation, profundiza en su libro «La Crisis Climática» (2022) sobre la cuestión del activismo climático local y su impacto, a menudo subestimado.
En su análisis, Arón no solo aborda la preocupante estadística que revela un aumento del 400% en eventos climáticos extremos desde la década de 1980, sino que también arroja luz sobre las razones detrás de la aparente falta de acción a gran escala para combatir esta crisis global.
Insuficiente la Política Climática
Arón destaca un motivo poderoso detrás de esta inacción: la influencia que la industria de los combustibles fósiles, como gas y petróleo, ejerce sobre los responsables de la toma de decisiones. Sin embargo, el autor resalta otro factor que todos tienen la capacidad de cambiar: el escepticismo de la respuesta, la falta de creencia en el propio poder político.
A pesar de que el 70% de los adultos estadounidenses consideran el cambio climático como una preocupación importante, Arón cita datos de una encuesta del Centro de Investigación Pew de 2021 que revela que solo el 10% participó en actividades relacionadas con la acción climática o contactó a un representante elegido en el año anterior.
Al profundizar sobre las razones detrás de esta baja participación, el investigador encuentra que las personas perciben la influencia del dinero de las industrias y personas adineradas sobre los políticos, generando la creencia de que estos no escuchan al público. Otros se distraen con argumentos que reducen la participación, como las campañas que promueven el reciclaje individual o cuestionan por qué Estados Unidos debería actuar si otros países no lo hacen.
Otras narrativas que sugieren que China emite más gases de efecto invernadero o que la tecnología futura resolverá todo también influyen en la inacción. La promesa de neutralidad de carbono por parte de corporativos y universidades, a menudo en un futuro lejano, a veces se percibe como suficiente.
Cambiando la Narrativa y Acción Climática
Según Arón, estos relatos seductores brindan una sensación de logro y exoneran de la necesidad de actuar de inmediato, desviando la atención de las verdaderas soluciones.
En este contexto, el profesor Arón destaca la importancia de superar el escepticismo y participar en la acción climática local. Estudios indican que la participación en acciones climáticas locales requiere valores, actitudes y creencias específicas, incluyendo la creencia en la capacidad propia y del grupo para lograr cambios.
En este punto, el especialista resalta tres razones clave por las cuales el activismo climático local es más poderoso de lo que se percibe. Su análisis abarca desde las raíces psicológicas de la inacción hasta los ejemplos históricos que demuestran el impacto duradero de la acción local en la configuración de políticas nacionales e incluso acuerdos globales.
Razones por las que el Activismo Climático Local es Poderoso
a) En primer lugar, señala que gran parte de la política que puede afectar al cambio climático es local en lugar de nacional. Por ejemplo, la sustitución de plantas de energía de combustibles fósiles por tecnología de energía renovable está bajo el control de los gobiernos estatales.
b) En segundo lugar, destaca que los éxitos locales pueden ser contagiosos. Un ejemplo es la política en Massachusetts que destinaba parte de los pagos de facturas eléctricas a energías renovables. Desde su implementación en 1997, esta idea, conocida como «agregación de elección comunitaria», fue adoptada por más de 1,800 gobiernos locales, afectando a millones de personas.
c) Finalmente, Arón subraya que la acción local puede desencadenar políticas nacionales, extenderse a otros países y, en última instancia, provocar acuerdos globales.
Arón destaca que la regulación ambiental en la década de 1970 es un caso impactante de acción local que tuvo consecuencias a nivel nacional. Comenzó con la alarma pública por ciudades envueltas en smog, ríos incendiándose por desechos industriales y playas contaminadas por derrames de petróleo. Los ciudadanos organizaron miles de protestas y las municipalidades respondieron implementando medidas de ejecución ambiental.
Las demandas resultantes fueron costosas para los intereses corporativos, que luego respaldaron la intervención federal como una manera de tener reglas predecibles. Fue el presidente Richard Nixon quien firmó algunas de las leyes más trascendentales, señala el especialista.
Éxitos del Activismo Climático Local
Arón también destaca los éxitos recientes de la juventud en cambiar la política climática. En 2022, el Congreso de EE. UU. aprobó la Ley de Reducción de Inflación, destinando cerca de $400 mil millones de dólares a gastos climáticos en 10 años. Arón atribuye este éxito al movimiento juvenil Sunrise, que ha organizado marchas y demostraciones en numerosas ciudades desde 2019, ejerciendo presión sobre los demócratas en el Congreso.
En conclusión, el profesor Adán Arón argumenta que el activismo climático local tiene un impacto más allá de lo que muchos perciben. Superar el escepticismo y participar en la acción local es crucial para combatir efectivamente la crisis climática. Su análisis abarca desde las raíces psicológicas de la inacción hasta los ejemplos históricos que demuestran el impacto duradero de la acción local en la configuración de políticas nacionales e incluso acuerdos globales.
