“El hecho de que la felicidad nunca sea completa o constante es una de sus virtudes”, afirma Manfred Kets de Vries, profesor de INSEAD.
Por eso su búsqueda es uno de los temas que más ha interesado al ser humano a lo largo de la historia.
La cima de la felicidad humana se alcanza a través de lo que se conoce como “experiencias de flujo (flow)”, entendido como el estado mental en el que la persona está totalmente inmersa en lo que hace, se siente llena de energía, implicada y capaz de ejecutar la tarea con éxito, además de disfrutar enormemente con ello.
¿Es posible lograr este estado de bienestar en el trabajo? ¿Influye en algo el tipo de empresa en el que se trabaja? La respuesta es afirmativa en ambos casos. Los propietarios de empresas familiares obtienen mayor bienestar en su trabajo que los no familiares y los empleados. Así concluye el estudio “Bienestar subjetivo en las familias empresarias: un estudio con el método de muestreo de experiencias” (“Subjective Well-Being And Families In Businesses: A Study Using The Experience Sampling Method”), que ha llevado a cabo Lucía Ceja, investigadora de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE.
El artículo –reconocido con el Premi Cambra al mejor trabajo de investigación sobre la empresa familiar— parte del campo de la psicología positiva y analiza el bienestar subjetivo en las familias empresarias, entendido como la alta ocurrencia de experiencias de flujo, es decir, de experiencias en las cuales la persona se encuentra completamente absorta para su propio placer y disfrute- Durante la actividad, el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unos a otros sin pausa. Todo el ser está envuelto en esa actividad, y la persona utiliza sus destrezas y habilidades llevándolas hasta al máximo de su capacidad.
¿Qué propicia el flujo?
Según Mihaly Csikszentmihalyi, el padre del concepto del flujo, existen nueve factores que suelen estar presentes cuando se alcanza esta experiencia de bienestar personal:
1. Tener unos objetivos claros.
2. Un alto nivel de concentración.
3. Sensación de seguridad.
4. Pérdida de la noción del tiempo.
5. Recibir una retroalimentación clara e inmediata.
6. Equilibrio entre el nivel de capacidades personales, y el nivel de los retos a superar.
7. Sentir que se tiene control personal sobre la actividad que se lleva a cabo.
8. Que la actividad sea gratificante.
9. Sensación de estar absorbido por la tarea que se realiza, unida a un alto grado de identificación y de concentración, hasta el punto que no se presta atención a nada ajeno a dicha actividad.
Midiendo el estado de flujo
Pero, ¿cómo se pueden medir los estados de flow? Uno de los aspectos más novedosos de esta investigación es el método utilizado para recoger los datos: el muestreo de experiencias (ESM, Experience, Sampling Method). Este método permite recoger información tanto del contexto como del contenido de la vida cotidiana de los participantes. En el estudio participaron un total de 30 personas de España y de México: 10 empresarios propietarios de empresas familiares, 10 empresarios de empresas no familiares y 10 trabajadores. A cada uno se le facilitó una PDA que sonaba seis veces al día de forma aleatoria (tres durante la jornada laboral y tres durante el tiempo libre y de ocio).
Cada vez que sonaba la alarma, los participantes tenían que responder a 6 preguntas, durante un periodo de 21 días, fines de semana incluidos. Se les preguntaba qué estaban haciendo, cuánto reto suponía esta actividad, cuál era su nivel de habilidades para hacerla bien, cuánto disfrutaba haciéndola, hasta qué punto le resultaba interesante y cómo de rápido pasaba el tiempo mientras la realizaba.
Bienestar personal, éxito del negocio familiar
En el contexto de la empresa familiar, el concepto de flujo es importante porque esta experiencia aumenta el bienestar del propietario de la empresa y, por extensión, el bienestar de toda la familia, y esto puede revertir en un mejor funcionamiento del negocio. Los resultados de esta investigación muestran que los empresarios familiares tienden a vivir experiencias de flujo en su trabajo con mayor frecuencia que los no familiares y que los empleados.
Las razones pueden ser varias. Por ejemplo, los empresarios familiares suelen tener unas metas y objetivos más claros en sus actividades profesionales. Además, perciben un equilibrio entre los desafíos que supone el trabajo y las habilidades para realizarlo, lo que puede llevarles a involucrarse más en lo que hacen, a concentrarse y a sentirse más absorbidos por sus tareas.
La empresa familiar fomenta las experiencias de flujo en los miembros de la familia que trabajan en ella porque ofrece un entorno seguro lleno de recursos para encontrar el equilibro entre los distintos ámbitos de la vida (trabajo y familia), de forma que facilita la conciliación. En este contexto, los empresarios consideran que el nivel de autonomía es mayor y que tienen poder de decisión. Además, perciben su trabajo como algo significativo, que puede estar relacionado con el sentido de continuidad, puesto que el negocio pasará a sus descendientes. Por otra parte, ven la empresa familiar como una fuente de riqueza para la familia y la sociedad, lo que les lleva a un mayor grado de satisfacción y a implicarse más en lo que hacen.
Una herramienta para mejorar la motivación
Uno de los objetivos más importantes de la empresa familiar es tener unos trabajadores motivados, comprometidos y felices. Si, como ya hemos apuntado, el flujo representa la cima de la felicidad humana, promoverlo es la mejor forma de lograr motivación intrínseca en los empleados. Para ello, los empresarios familiares deberían crear puestos de trabajo (para sí mismos y para sus empleados) en los que el nivel de desafío sea alto y, en consecuencia, seleccionar y capacitar a las a personas que tengan las competencias necesarias para realizar estas tareas con éxito. Para verificar periódicamente el equilibrio entre estos dos aspectos (desafío y habilidades), puede ser útil que los trabajadores sean evaluados de forma periódica mediante metodologías de muestreo de experiencias, como las utilizadas en este estudio. Los datos recogidos proporcionarán a la empresa información clave para mantener el bienestar de la familia, el negocio y los empleados.
Según la investigación, los empleados no propietarios apenas experimentan flujo, y esto es debido a una falta de autonomía y de objetivos claros en sus puestos de trabajo. Para promover experiencias de flujo es importante que los trabajadores sientan que pueden controlar las tareas que realizan. Así, se sentirán más seguros y podrán invertir sus energías en lograr sus objetivos de trabajo. En resumen, es muy importante propiciar un clima de trabajo que dé autonomía y control a los empleados. Asimismo, es importante promover que los empleados reconozcan y utilicen sus fortalezas personales hasta el máximo de su capacidad mientras realizan sus actividades laborales. Esto será mucho más efectivo que intentar controlar externamente su comportamiento.