Cuando pensamos en las formas en que podemos impactar positivamente en el planeta y en la crisis climática actual, muchas cosas nos vienen a la mente: desde deshacerse de artículos de un solo uso, hasta reducir los viajes en automóvil.
Sin embargo, existe algo que no suele contemplarse y es la ropa que utilizamos, esto implica tanto sombreros como zapatos. Estos últimos, debido a su difícil manejo como residuos y que hoy se cuenta con un mayor enfoque en las compras sostenibles, han dado paso a la elección de calzado ecológico que puede ser de gran ayuda para el planeta, de acuerdo con Blue and Green Tomorrow.
Sustentabilidad, la nueva tendencia
La sustentabilidad —entendida como un enfoque de negocios que persigue crear valor a largo plazo para los accionistas mediante el aprovechamiento de oportunidades y la gestión eficaz de los riesgos inherentes al desarrollo económico, medioambiental y social— está impulsando la adopción de prácticas responsables con el entorno, ya se con la prevención del desperdicio en la industria textil, o el empleo de materiales innovadores como el cuero de manzana y uva, están transformado la pasión por la moda.
Como muchas de las actividades usuales que realizamos —y consumimos—, la industria del calzado también contribuye al cambio climático, pues la elaboración de solo un par de zapatos puede producir hasta 23.3 kgs de CO2.
Siendo un poco más específicos, de todo ese dióxido de carbono producido, el 58% correspondería a la fabricación de los componentes (lengüeta, piel, plantilla, suela, etc.), el 16% al envasado, el 11% al montaje y acabado, y solo el 6% a la distribución del producto final.
Según worldfootwear.com, en 2018, la producción de calzado en todo el mundo alcanzó los 24,200 millones de pares y ninguno de ellos empleó material reciclable. Por lo que una vez que se rompen, se dejan intactos durante décadas en nuestro planeta, lo que provoca la degradación del suelo y otros problemas ambientales.
Ante esto, con una industria en crecimiento, las y los consumidores deben saberse agentes de cambio con el poder que les otorga su capacidad adquisitiva, y podrían decidir por opciones de calzado ecológico. Por ello, te presentamos algunos aspectos a considerar cuando compres zapatos.
Algunas opciones de calzado ecológico
1. Zapatos Veganos
Una de las principales causas de la deforestación de la selva amazónica es la ganadería. Más de la mitad de los productos hechos de cuero de vaca son zapatos. La próxima vez que necesites un par, considera omitir los detalles de ante y cuero y opta por un par vegano en su lugar.
¿Sabías que un zapato tradicional tarda casi cincuenta años en descomponerse una vez que está en un vertedero? Además, cuando se trata de zapatos hechos con productos animales como gamuza y cuero, estos impactan más.
2. Zapatos impresos en 3D
Se necesitan casi 2,300 galones de agua para fabricar un par de zapatos, pero con tecnología nueva y emocionante, como la impresión 3D, es más fácil que nunca hacer un calzado ideal en casa. Si bien, no todos tienen el presupuesto para comprar su propia impresora 3D, es fácil encontrar empresas que utilicen esta para hacer calzado ecológico.
Si deseas dar un paso responsable para ayudar al planeta, mientras reduces el consumo de agua de la tierra, busca marcas que utilicen esta tecnología.
3. Coincidir con la misión de la empresa
Muchas marcas tienen poderosas declaraciones de misión que resuenan con el individuo preocupado por el clima. Cuando compres el próximo par de mocasines o zapatillas para un próximo evento, asegúrate de hacerlo con una compañía comprometida con el ambiente.
Ya sea a través de prácticas de fabricación más ecológicas, como la forma en que empaquetan y envían o materiales sostenibles, cada vez existen más empresas que están creando calzado ecológico.
4. Poseer menos
Los zapatos son un elemento esencial del guardarropa, no se puede negar eso. Aunque nadie dice que necesitas convertirte en un minimalista, pero este estilo de vida tiene importantes beneficios ambientales, ya que el simple hecho de tener menos zapatos es una victoria para ti y el planeta: Ahorras dinero, no comprando por impulso, y la tierra gana de otras maneras.
La fabricación de un solo zapato produce treinta libras de dióxido de carbono. Ahora, imaginate si se producen más de quince mil millones anualmente. No es necesario ser matemático para deducir que es una cantidad monstruosa de CO2, que no podemos permitirnos en este momento.
Asimismo, debemos tener en cuenta que las emisiones nocivas del transporte de los zapatos a los minoristas, las cuales son alarmantes. Por lo que ser consciente de lo que impactan los artículos que utilizamos ayuda a que actuemos de manera responsable a la hora de consumir.
Recuerda que no somos más que administradores del planeta, que es nuestro hogar y el de las generaciones futuras. Da un pequeño paso hoy a favor de conservar el medio ambiente y compra calzado ecológico.