La captura de carbono consiste en eliminar el exceso de dióxido de carbono que se almacena en la atmósfera y produce el llamado efecto invernadero. Con este proceso las empresas buscan mitigar el cambio climático y mejorar su huella con el entorno.
Sin embargo, para algunos ecologistas los esquemas de captura de carbono que también se centran en reducir las emisiones de combustibles fósiles, son errores costosos e inútiles, mientras que para los científicos estos procesos son armas vitales en la batalla contra el calentamiento global.
Y advierten que si no se establecen formas de atrapar el dióxido de carbono y almacenarlo bajo tierra, sería casi imposible mantener las emisiones netas por debajo de cero para 2050.
Captura de carbono para bajar la temperatura
El profesor Stuart Haszeldine, de la Universidad de Edimburgo, comparte que la captura y almacenamiento de carbono es la única manera eficaz a corto plazo para evitar que industrias como la cementera o la de acero continúe vertiendo emisiones a la atmósfera.
Si queremos tener alguna esperanza de mantener la temperatura global por debajo de 2 grados C, entonces necesitamos desesperadamente desarrollar formas de capturar y almacenar dióxido de carbono.
Profesor Stuart Haszeldine.
Para hacerlo, existen procesos naturales y directos como la reforestación porque al aumentar la superficie de bosques y plantas se logra capturar más dióxido de carbono por medio de la fotosíntesis que estos generan.
También se puede realizar en menor medida con la agricultura. De manera natural, la tierra almacena dióxido de carbono.
Este procedimiento además implica la extracción de emisiones de las plantas de energía y fábricas en donde se condensa y se bombea el dióxido de carbono obtenido de los depósitos subterráneos.
Actualmente Gran Bretaña cuenta con las herramientas necesarias para desarrollar y operar dicha tecnología debido a sus numerosos campos petrolíferos agotados en el Mar del Norte, donde este dióxido de carbono secuestrado podría almacenarse.
Incluso se pusieron en marcha diversos programas en los últimos 20 años, pero se han cancelado debido a que los gobiernos vacilaron en cuanto a la financiación.
¿Burlas en plena crisis?
A pesar del escepticismo y risas de algunos grupos sobre la inversión para impulsar estos sistemas, Boris Johnson, como parte de su compromiso con la lucha contra el cambio climático, decidió aportar 1.000 millones de libras esterlinas de fondos públicos para ayudar a desarrollar cuatro importantes planes de CAC en Gran Bretaña para 2030.
Esta decisión se incorpora al objetivo de convertir al Reino Unido en líder mundial de tecnología y generación de empleos. No obstante, la gente de de Global Witness y Friends of the Earth Scotland dijeron que depender de la captura de carbono no era una forma confiable de descarbonizar el sistema energético.
Para apoyar esta postura, publicaron un artículo el lunes pasado del centro de investigación de cambio climático Tyndall Manchester que probaba que la captura de carbono y su almacenamiento tiene un historial de promesas excesivas y entregas insuficientes.
Ambos grupos afirmaron que la captura de carbono no hará una contribución significativa a los objetivos climáticos de 2030, a pesar de la inversión y, en cambio, instaron a que se dé prioridad a la construcción de más plantas de energía renovable.
¿Están de acuerdo con esta declaración?
Michael Stephenson, director de ciencia y tecnología del Servicio Geológico Británico, rechazó estos comentarios y los señaló como afirmaciones bastante injustas.
La ciencia detrás de la captura y almacenamiento de carbono es extremadamente buena. Nos ofrece una solución genuina a algunos de los problemas que enfrentamos al tratar de abordar el calentamiento global.
Michael Stephenson, director de ciencia y tecnología del Servicio Geológico Británico.
En la actualidad, la mayoría de los éxitos en la reducción de las emisiones de carbono del Reino Unido provienen de la industria de la energía, donde las fuentes de energía renovables se han hecho cargo de la generación de electricidad a partir de plantas de carbón, gas y petróleo.
Sin embargo, algunas industrias, como las del acero y el cemento, emiten grandes cantidades de dióxido de carbono además de las producidas al generar la energía con la que suministran. Y resulta más difícil reducir las emisiones de carbono de estas plantas a pesar de que estas industrias son vitales para la fortaleza económica del Reino Unido.
Stuart Haszeldine, aclaró para este último punto que cuando se promocionó la captura de emisiones de carbono, se vio como una forma de limpiar la electricidad generada por combustibles fósiles, en particular los que queman carbón.
Aunque en la actualidad está claro que puede jugar un papel clave en la limpieza de otras industrias.
Solo tenemos que seguir adelante con su desarrollo para que Gran Bretaña pueda encontrar formas de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera. Cuanto más nos demoremos, peor será la situación y las afirmaciones de que la captura de carbono no funcionará no ayudan.
Michael Stephenson, director de ciencia y tecnología del Servicio Geológico Británico.
Bob Ward, director de políticas del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, también criticó las afirmaciones de los grupos ecologistas.
Para científicos y expertos en la materia, la captura de carbono puede ayudar a combatir el cambio climático, pero antes se deberá luchar contra la oposición que está complicando el lanzamiento de los diversos programas centrados en ello.