El marketing social, el green marketing y las campañas con enfoque responsable en general son cada vez más populares entre los consumidores y también son de las más premiadas en eventos como el Festival Internacional de Creatividad en Cannes, que incluso el año pasado creo el León de Cristal para reconocer campañas dirigidas a mujeres. ¿Hay un lado negativo a esta tendencia?
En un texto publicado en el sitio web Campaign, Amir Kassaei, director creativo de la agencia DDB Worldwide, explicó que su organización ya no participará en premiaciones de marketing, incluyendo aquellas de marketing con causa.
Después de recalcar que las agencias de DDB son algunas de las más premiadas en el mundo de la publicidad, ganando más distinciones Gran Prix en el festival de Cannes que cualquier competidor, el ejecutivo afirma «ese es un gran problema. Porque no es lo que importa.» Y continúa diciendo:
Si creemos que la prueba de nuestro talento es que se nos ocurrió un buen video para una idea que no tiene nada que ver con el mundo real y ni siquiera fue creada por una razón más allá que agradar al jurado de una premiación, no somos talentosos.
Si se nos ocurren ideas sociales que pretenden resolver los problemas más graves del mundo o ayudar a quienes lo necesitan pero, de hecho, solo lo hacemos para ganar un premio, somos cínicos y también incluso criminales.»
DDB ha creado importantes campañas sociales, como por ejemplo «The man and the dog» para la Fundación Argentina de Transplante Hepático, que le dio la vuelta al mundo por su emotivo mensaje. Lo que propone Kassei no es dejar de producir este tipo de contenidos, sino que la empresa se enfoque en hacer un trabajo «genial, innovador, fresco, nunca antes visto» para así impactar a la cultura y cambiar sociedades.
Para alejarse de esta cultura guiada por los premios, DDB enviará menos muestras de sus trabajo a los festivales, ya que su prioridad será «vender a nuestros clientes, no vendernos a nosotros mismos». ¿Qué opinas, deberían otras agencias seguir esta iniciativa?