Contratar a personas indigentes como parte de un programa de acercamiento a la comunidad no parece tener un lado negativo: la empresa obtiene mano de obra y buena voluntad por parte de sus grupos de interés, mientras que los recién contratados reciben una oportunidad de empleo que a su vez podría cambiar todas sus circunstancias de vida. Por desgracia, es mucho más complicado de lo que parece.
Según reporta el sitio web de la estación radial KUOW, de Seattle, Estados Unidos, Amazon comenzó un programa de empleo a mujeres sin hogar en esa ciudad el año pasado, en alianza con la asociación YWCA.
Mike Schwartz, encargado de los programas de empleo en YWCA, le dijo a la estación radiofónica que consideró que esta era una muy buena oportunidad para la empresa, que podría recibir rebajas de impuestos, y para las candidatas. Con esto en mente, su organización planeó una feria de empleo el pasado otoño, en la cual, por primera vez, la única empresa participante sería Amazon. «Era una oportunidad única y una ocasión para crear un modelo para otros empleadores», explica Schwartz.
La organización hizo el trabajo de contactar a las mujeres indigentes que pudieran estar interesadas y de darles entrenamiento para hacer entrevistas laborales. Durante la feria se ofrecieron puestos de temporada (pensando en la época de fiestas decembrinas), con la promesa de que podrían convertirse en empleos permanentes.
Los problemas empezaron pronto, ya que la naturaleza temporal de los puestos no resultaba conveniente para las nuevas empleadas. Además, se ofrecieron turnos de noche, pero los refugios para indigentes tienen horarios muy estrictos. Como resultado, las personas acabaron durmiendo en lugares como bibliotecas públicas. Al final, los empleos nunca se convirtieron en oportunidades fijas, afectando así las posibilidades de conseguir estabilidad de quienes Amazon pretendía ayudar.
Schwart afirmó que no ha logrado tener contacto con la empresa para hablar sobre lo que se podría hacer mejor en otro intento, mientras que Amazon mandó un comunicado a KUOW, diciendo simplemente: «Nos hemos asociado con numerosas organizaciones sin fines de lucro en Seattle para ofrecer oportunidades de empleo a personas que han sido indigentes. Este nuevo programa está en sus primeras etapas pero creemos que es prometedor.»
Este caso demuestra que no es suficiente tener una buena intención y decidirse a apoyar a una población vulnerable, es necesario conocer muy bien cuáles son las necesidades de este grupo y crear un programa que en verdad tenga una influencia a largo plazo y un beneficio para ambas partes.