Con un dominio en el mercado de los espectáculos en vivo y más de 20 millones de boletos vendidos anualmente en México, los problemas con Ticketmaster —líder mundial en la industria del entretenimiento— continúan afectando a sus clientes, que, al menos en nuestro país, no encuentran soluciones o compromiso por parte de la compañía.
Si bien, Ticketmaster ha sido el encargado de vender las entradas para asistir a shows de artistas y eventos de calidad internacionales, lo cierto es que la falta de transparencia en la distribución de los boletos, los elevados costos, y la poca eficiencia para atender quejas están mostrando otra cara en la que los principales stakeholders no son importantes.
En este sentido, las quejas no paran con cada nueva presentación, dejando atrás el pasado en el que Ticketmaster era considerada vanguardista, digital e innovadora, posicionándola de manera negativa y afectando a muchas personas. ¿Eres parte de este número? Sigue leyendo y descubre por qué hay tantas fallas en la boletera.
Un espectacular monopolio…
Como lo señala la COFECE, un monopolio se constituye cuando una sola empresa es la proveedora de un servicio, es decir, que no existe ningún tipo de competencia, lo que permite un sobreprecio y baja calidad. Y, aunque este tipo de sistemas se encuentran prohibidos legalmente, hay algunas organizaciones que han podido eludir la restricción y consolidar imperios corporativos.
Al parecer, esto podría ser el caso de Ticketmaster, pues en México se ha convertido en la alternativa imperante para quienes buscan disfrutar del entretenimiento en vivo y masivo. Como parte subsidiaria de OCESA, la promotora musical más grande en el país, la boletera es la encargada de las taquillas de la gran mayoría de eventos realizados en el territorio nacional, sobre todo en la Ciudad de México.
Lo anterior debido a que OCESA es la beneficiaria desde el 2011 hasta el 2031 de los Permisos Administrativos Temporales Revocables (PATR), con los cuales tiene el uso casi exclusivo de recintos icónicos como el Palacio de los Deportes, el Autódromo Hermanos Rodríguez y el Foro Sol. Esto ha impulsado el crecimiento y los problemas con Ticketmaster, que no ha podido cubrir la demanda.
Y, aunque con la pandemia de la COVID-19, en 2020, se preveía una caída del 67% en la industria, OCESA consiguió cerrar su adhesión a Live Nation, una productora de eventos internacional, que hoy posee más del 50% de los derechos de OCESA. Pero ni con esta vinculación han cesado las complicaciones con el sistema de Ticketmaster, e incluso, con la reapertura tras las restricciones que implicaba la contingencia sanitaria, han aumentado.
Algunas razones de los problemas con Ticketmaster
1. Precios desmesurados
Desde hace más de dos décadas, Ticketmaster fue incrementando su poder comprando a sus competidores, con esto fortaleció su presencia y, por lo tanto, su manejo del mercado, por lo que la billetera ha podido gestionar sus precios, casi de forma arbitraria. En 1994, la banda Pearl Jam acusó de esto a la compañía, pues el grupo aseguró que inflaban el costo de las entradas.
Si bien, Pearl Jam perdió la acción legal, sentó un precedente de lo que hoy es uno de los más graves problemas con Ticketmaster, ya que las tarifas de los eventos se han triplicado en tan solo 30 años, aunado a esto ha implementado el dinamismo en los precios, supuestamente para erradicar a los revendedores, sin embargo, esto ha afectado a los usuarios.
2. Clonación de boletos
Otra de las controversias que tiene la boletera es la clonación de boletos. Recientemente, usuarios en México denunciaron que sus boletos habían sido duplicados, lo que les impedía entrar a los shows. Gracias a esta polémica, la Profeco invitó a los afectados a emprender una denuncia colectiva para que la empresa respondiera a las quejas.
Ticketmaster se ofreció a atender cada caso, aunque no presentó ninguna respuesta estandarizada para evitar este tipo de fraude.
3. Sistema de reembolso
Ticketmaster cuenta con dos modalidades para gestionar el reembolso tras la cancelación de un evento, la primera es directa a las tarjetas bancarias si el pago se hizo en línea y la otra es directa en sus taquillas cuando el boleto se compró ahí. Pero un punto destacable es que «los cargos por servicio aplican a cada boleto o acceso adquirido, así como los cargos por entrega de boletos o envío de acceso aplican a cada transacción realizada a través de Ticketmaster y en ningún caso son reembolsables».
Esta cláusula puede suponer uno de los problemas con Ticketmaster, ya que implica un pérdida al consumidor, asimismo, durante la pandemia de la COVID-19, las devoluciones fueron muy tardadas para quienes habían adquirido un boleto físico, lo que habla de una falta de innovación.
4. Reventa
Las especulaciones de cómo funciona el negocio de la reventa de boletos han señalado que Ticketmaster es parte de este fenómeno, en el que algunas personas acaparan pases para después venderlos a un precio más alto. En un artículo de Business Insider, se documentó que los boletos que se comercializan más baratos suelen no estar disponibles cuando se abre la compra para el público general.
A ello se le suma las exuberantes filas digitales, que son enormes incluso a pocos segundos de la liberación de los boletos.
5. Saturación
La ola de quejas y de problemas con Ticketmaster han develado la falta de personal para atender los conflictos y necesidades de sus clientes. Como lo explica Reforma, un empleado de la boletera aseguró que no han contratado personal desde 2019.
«Tenemos el triple de eventos en el año, en comparación con el 2019, y, por la crisis que desató la pandemia, no hubo contratación nueva de personal. Es decir, si antes eran 10 clientes por un empleado, ahora pueden ser 30 o 50 y eso es insuficiente».
Colaborador anónimo.
¿Habrá solución?
La compañía ha mantenido un bajo perfil frente a las acusaciones, y la falta de respuesta a las demandas de sus clientes y a todo los procesos de aclaración. Además, con lo difícil que es comprar un boleto y la deficiente atención han provocado que el descontento se haga cada vez mayor, pero al no tener otras alternativas, los usuarios deben mantenerse sujetos a las disposiciones de Ticketmaster.
Quizá en este apogeo, la empresa no está tomando las medidas necesarias, dado que cuenta con una preferencia por ser el único canal; sin embargo, esto puede traer consecuencia con el tiempo, ya que la inconformidad podría escalar y abrir el sector a otras compañías que oferten mayores facilidades.
Aunque parece lejano, debido a la concesión que posee, los problemas con Ticketmaster podrían marcar el inicio de un contexto más complejo para la organización, por lo que esto es una alerta para la corporación y para los artistas que colaboren con ella.
Que coraje , ojalá todos estos Miles de chicos a los que les robaron la ilusión de ver a su artista favorito ,jamás en la vida vuelvan a comprar nada en esta pinche empresa fraudulenta , y todo México ya no consuma sus pinches reservaciones y se vayan a la quiebra ojalá eso suceda lo deseo de todo corazón y sientan lo que es perder una ilusión o su pinche negocio !!!!!! Con devolverles el dinero no resuelven nada