La COVID-19 es el cisne negro de una generación. En pocos meses, el nuevo coronavirus ha dominado los titulares mundiales y ha infundido miedo en nuestras mentes y empatía en nuestros corazones.
Si hasta el momento no has pasado por las diferentes etapas de dolor y ansiedad y no has perdido amigos o familiares, entonces te encuentras entre un sector de la población privilegiado que desafortunadamente está disminuyendo con rapidez.
La pandemia global ha afectado hasta los lugares más lejanos del mundo, y aquellos que poseen, dirigen o administran negocios, tienen una gran cantidad de nuevas variables a considerar.
Ha quedado muy claro que los gobiernos de todo el mundo tienen que reconsiderar cómo cuidan de sus residentes. La enfermedad compromete la capacidad de las personas para funcionar y el desempleo puede empujar a cualquiera a la pobreza real o relativa en cuestión de semanas.
¿Cómo las naciones más ricas de la Tierra están dejando atrás a las personas más pobres, marginadas y enfermas?
Las respuestas se revelan a medida que un número sin precedentes de personas se enferman y quedan desempleadas.
Si nuestros recursos colectivos se distribuyeran de manera más equitativa, una pandemia no causaría el nivel de calamidad que estamos observando, pero… ¿qué significa esto para tu negocio?
Los desequilibrios de nuestras sociedades y economías nacionales y globales, tienden a replicarse dentro del microcosmos de los ecosistemas de nuestro lugar de trabajo. Las jerarquías, los sistemas de supremacía y la falta general de equidad humana constituyen los fundamentos de nuestro antiguo status quo. Así que nuestra tarea, como líderes, es responder al cambio de paradigma y reconocer que:
- El status quo nunca se reanudará. (¿Por qué nos conformamos de todos modos? ¿Avaricia?)
- Tenemos el poder de recalibrar sistemas equitativos.
- No debemos esperar a que nuestra sociedad rota lidere el camino.
- Podemos y debemos ser intencionalmente inclusivos, en nuestro rediseño de sistemas equitativos. (El statu quo inequitativo fue diseñado intencionalmente, incluso si no lo hicimos nosotros. Lo heredamos y luego lo aceptamos).
Estos diferenciadores elevarán las empresas con líderes empáticos e inclusivos a un nuevo estrato y estos serán los líderes y las empresas del futuro. Podemos seguir las señales de la Corporación B Certificada y los movimientos de empresas sociales porque no solo debemos mejorar las condicionesde las personas, sino también del planeta.
Priorizar la equidad humana y la inclusión, ahora es un curso de acción prudente y necesario para preparar a nuestras empresas para la nueva realidad que surgirá después de la pandemia.
Existimos en un punto crítico de inflexión en la historia humana y de la Tierra. Hemos recibido una profunda llamada de atención. Más de lo mismo producirá resultados económicos, ecológicos y biológicos devastadores.
¿Continuarás marginando a los marginados o prestarás atención al llamado de acertar con la humanidad?
Nuestros clientes, partes interesadas y comunidades están observando lo que hacemos en este momento. La pizarra se puede limpiar si nos ponemos del lado correcto de la historia de inmediato. Pregúntate:
¿Qué está haciendo tu negocio para resolver el dolor inmediato que sufre tu comunidad? ¿Tu institución tiene espacio para personas de todos los orígenes e identidades? ¿Cómo te conectas y corriges intencionalmente los impactos pasados que tu empresa ha tenido en las personas y el planeta, ya sea por diseño o por defecto? ¿Continuarás marginando a los marginados, o prestarás atención al llamado de acertar con la humanidad?
Los consumidores y las comunidades se mostrarán reticentes a ofrecer a cualquiera, un pase por sus transgresiones de diversidad y exclusión en el futuro. El desequilibrio afectará a demasiadas personas como para seguirse haciéndose de «la vista gorda» o ser indiferente.
Ahora es tu oportunidad de alinear de nuevo los valores, sistemas, productos, servicios y perspectivas de tu empresa con las comunidades y ecosistemas cada vez más diversos a los que servimos.