Las políticas que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adoptado durante su mandato no han sido del todo satisfactorias ni para sus ciudadanos ni para quienes tienen alguna relación comercial o social con su país.
En el mundo del deporte, mucho menos. Esto es evidente porque son varios jugadores de diferentes ramas que dicen no estar de acuerdo con lo que impone Trump y lo demuestran al inclinarse o arrodillarse mientras suena su Himno Nacional en cada partido.
Por ejemplo, hace tres años, Colin Kaepernick decidió sentarse mientras se interpretaba el himno de Estados Unidos. Él sabía que su acción desataría polémica entre jugadores y aficionados. También sabía que el mensaje sería contundente ante los asesinatos de ciudadanos afroamericanos a manos de policías y movimientos como Black Lives Matters.
Hasta ese momento, ningún jugador de la NFL había hecho una declaración durante un partido, al arrodillarse se protestaba contra los actos racistas que se viven en el país.
“No me voy a levantar para mostrar orgullo por la bandera en un país que oprime a la gente negra y personas de color. Para mí, esto es más grande que el fútbol americano y sería egoísta de mi parte mirar para otro lado. Hay cadáveres en la calle y gente pagada los deja salir con la suya con un asesinato”, Colin Kaepernick.
Por qué la máxima estrella de la selección femenil de EUA no canta el himno
Este mismo acto fue duplicado por Megan Rapino -quien es gay-, y quien si bien no se arrodilló para protestar contra el racismo, si lo hizo en señal de apoyo al movimiento contra la desigualdad y brutalidad policiaca.
«No he experimentado la brutalidad policial, ni racismo, ni nada parecido a ver el cuerpo de un familiar muerto en la calle. Pero no puedo permanecer como si nada cuando hay gente en este país que tiene que lidiar con este tipo de cosas. No hay forma perfecta de protestar. Sé que nada de lo que haga aliviará el dolor de esas familias, pero siento que arrodillarme durante el himno nacional es la forma correcta de proceder y haré lo que sea para ser parte de la solución», escribió en aquel entonces la jugadora en el sitio The Players Tribune.
“I’m not going to the fucking White House.” – @mPinoe pic.twitter.com/sz1ADG2WdT
— Eight by Eight (@8by8mag) 25 de junio de 2019
Esta acción causó mucha molestia en la Federación de Fútbol Estadounidense, que entonces decidió crear una regla en la que obliga a todos los jugadores a permanecer de pie mientras se interpretan las estrofas de The Star- Spanglend Banner».
Ante dicha imposición, Rapinoe optó por no cantar y no poner su mano en el pecho durante el himno, postura que ha mantenido desde los Juegos Olímpicos de Rio y ahora en Francia 2019, además de asegurar que no irá a la Casa Blanca si llegan a ganar.
El presidente Donald Trump, calificó el acto como inapropiado y dice que esa actitud es «no es la adecuada» para una futbolista que representa a su país.
La respuesta inmediata de la capitana de la selección femenina de fútbol, fue: «el actual gobierno de Estados Unidos, no piensa como nosotras y no lucha por las mismas cosas por las que estamos luchando». Dos días antes anunció que «no pisaría la jodida Casa Blanca».
Otros equipos también han declinado invitaciones con Trump
Desde que Donald Trump está dentro del mando presidencial, varios equipos han decidido negar la invitación de su parte en la Casa Blanca.
Un ejemplo claro de esto es el equipo de básquetbol de los Golden State Warriors y los Eagles de Filadelpia, que ganaron en 2018 el Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Nacional Americano (NFL), por ello fueron invitados a la Casa Blanca y ellos rechazaron la convocatoria.
Megan Repinoe es la volante ofensiva de las campeonas del mundo estadounidenses. Es una de las jugadoras que encabezó el procedimiento legal contra la Federación para intentar conseguir la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Postura de Trump
«Megan no debería faltar el respeto a nuestro país, la Casa Blanca o nuestra Bandera».
….in our Country’s history, and the poverty index is also best number EVER), leagues and teams love coming to the White House. I am a big fan of the American Team, and Women’s Soccer, but Megan should WIN first before she TALKS! Finish the job! We haven’t yet….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 26 de junio de 2019
«Megan debería GANAR antes de HABLAR!», agregó, subrayando que invitaría a las jugadoras cualquiera sea el resultado de sus partidos en el Mundial de fútbol femenino que se está disputando en Francia.
Rapinoe marcando la diferencia
Rapinoe es una de las deportistas de más alto perfil en el mundo que es abiertamente gay.
Ella decidió hacer pública su orientación sexual en 2012 y desde entonces su vida está llena de críticas. Ella y su pareja -la jugadora estadounidense de baloncesto Sue Bird- posaron desnudas el año pasado en la portada de una edición especial de la revista de deportes ESPN. Esta fue la primera vez que una pareja abiertamente homosexual apareció en la portada de una de las principales revistas de deporte en ese país.
#Body10 #BodyIssue ⚽️? pic.twitter.com/svYJxOtYhD
— Sue Bird (@S10Bird) 25 de junio de 2018
Brecha salarial
Este ha sido uno de los más altos desafíos para las jugadoras, sobre todo porque han sufrido de discriminación de género ya que en el mundo el fútbol femenino es más exitoso que el masculino, sin embargo, sus cheques no dicen dicen lo mismo. Balances financieros obtenidos por el diario The Wall Street Journal muestran que entre 2016 y 2018, el equipo femenino generó más ingresos que el conjunto masculino.
Pese a ello, a las mujeres les pagan bonos de US$5.000 por juego, mientras que los hombres reciben unos US$13.000.
No creo que nadie pueda negar que existen desigualdades de género en este mundo, que existe una brecha salarial, que hay discrepancias en el pago», dijo Rapinoe en marzo pasado durante una entrevista en Good Morning America, uno de los programa de televisión más vistos en Estados Unidos.
«Así que para nosotras, no se trata solamente de dejar nuestro deporte en un lugar mejor y de mejorarlo para las chicas jóvenes que vendrán después», explicó.
«Pero, en general, se trata de inspirar a las mujeres alrededor del mundo para que defiendan aquello en lo que creen. Ellas tienen un aliado en nosotras. Estamos con ellas, las apoyamos y vamos a continuar este lucha por el tiempo que haga falta», añadió.
