Por Josep M. Canyelles
Me gusta el ‘Boig per tu’ de Shakira. Me gustaba la versión original, de Sau, y me gusta el acento que le pone la cantante colombiana. De hecho, me gustaba Sau y me gusta Shakira, de modo que la combinación tenía que dar un buen resultado! Y evidentemente me hace una especial ilusión que haya decidido cantar una canción en catalán, por diferentes motivos.
- En primer porque es mi lengua y eso siempre hace gracia.
- Porque no es una de las lenguas mayoritarias, y cuando una estrella mundial hace uso de una lengua pequeña o mediana está haciendo indirectamente un alegato de la diversidad lingüística y cultural.
- Porque es una lengua amenazada, con dificultades para tener una vida plena, y no por razones intrínsecas sino sencillamente por razón de una catalanofobia que tiene siglos de historia y que ahora se manifiesta de manera más evidente tanto en la política como a través de las redes sociales.
- Por el hecho de que sea Shakira, que no sólo es una de las grandes estrellas de la canción mundial sino una persona con unos valores y unos compromisos sociales suficientemente consistentes y arraigados en su biografía.
- Por la normalidad con que se manifiesta, con un relato explícito vinculado al entorno familiar (los dos catalanes de su vida), y supongo que ha preferido no hacer referencia al homenaje que también supone a una parte de sus orígenes familiares, a sus abuelos catalanes.
- Por la normalidad con que se manifiesta, con un relato evidente pero que no se ha querido hacer explícito para no exacerbar más el nacionalismo español: hablar en la lengua del país donde vive y tener algún detalle, como siempre ha hecho cuando ha ido a visitar países, interesándose por su cultura y realidad social. Más aún tratándose de su nuevo país de acogida.
- Por el hecho de que permite visualizar en todo el mundo la existencia de la lengua catalana como una lengua viva, de cultura y de uso social, en un momento que es clave para el país ante los retos de diversa índole que tiene planteados.
- Y sinceramente, también ante los retos que el país tiene planteados, para que el mundo visualice quiénes son los nacionalistas de la película (quiero decir nacionalistas en el sentido peyorativo que suele tomar la palabra a nivel internacional). Los insultos que ha recibido y el silencio de muchos ayudan a comprender qué sociedad tiene un grave problema en su escala de valores.
El catalán tiene una presencia y una capacidad muy superior a su demografía. Las redes sociales demuestran cómo, a pesar de ser la 80ª del mundo por demografía, se sitúa entre las 20 primeras en presencia en las redes. Es una lengua viva, de uso normal en la vida familiar, social, educativa, cultural, mediática, económica… pero sorprendentemente con grandes amenazas, con unas condiciones aún de minorización, y con un techo de cristal en razón de los impedimentos que el Estado español sigue poniendo. La vitalidad se demuestra también con este éxito de Shakira, ya que después de una semana encabezando las ventas en iTunes España, la versión catalana de la cantante colombiana se ha convertido en la más viralitzada el mundo a través de Spotify, según una lista de Associated Press recogida por Abc News.
Pero la decisión de Shakira de cantar un tema en catalán suscitó, en los días posteriores a su lanzamiento, polémica en la red, donde recibió críticas y alabanzas. En este sentido, recomiendo el artículo de Francesc-Marc Àlvaro «De Raimon a Shakira» que, entre otras cosas, dice:
¿Los energúmenos que insultan a Shakira porque osa interpretar una pieza en catalán habrían hecho lo mismo si hubiera grabado en quechua, en tupí, en árabe o en italiano? No, claro está. Lo que molesta es que sea precisamente en catalán. Que haya hecho también una versión en castellano del mismo tema no le ahorra las iras de los que se mueven por un odio visceral contra un pueblo y una cultura que no aceptan. Para determinadas mentalidades construidas a partir de provincianismo y centralismo, todo lo que tiene que ver con la personalidad diferente de Catalunya es considerado sospechoso y, por lo tanto, digno de ser atacado, escarnecido y despreciado. El fenómeno que estamos comentando es viejo y tiene un nombre: catalanofobia. Y consiste en una reacción agresiva y excluyente contra una identidad que es percibida como una anomalía. Para poner un ejemplo que demuestra que esto no pasa sólo en las esferas culturales basta recordar que la opa que lanzó Gas Natural sobre Endesa en septiembre de 2005 fue combatida por el PP, con Aguirre al frente, al grito de “antes alemana que catalana”.
Josep Maria Canyelles
Experto en Responsabilidad Social de las Empresas y Organizaciones. Promotor del think tank Responsabilitat Global. Promotor de collaboratio, iniciativa para los Territorios Socialmente Responsables. Coordinador de la Comisión de RS de la Asoc. Catalana de Contabilidad y Dirección. Asesor técnico de la Cámara de Comercio de Barcelona en materia de RSE. Colaborador de la Asoc. para las Naciones Unidas en materia de RS. Asesor de gobiernos en RS. Ha realizado una comparecencia parlamentaria en la Subcomisión de RSC del Congreso de los Diputados en calidad de experto. Colaborador docente de diferentes universidades y programas formativos de alta dirección.
Puede consultar su blog aquí