En julio, hablamos de tres campañas que tenían por objetivo empoderar a la mujer: #ComoNiña (de Always), Inspire Her Mind (de Verizon) y «Be Strong and Shine«, de Pantene. Al observar esta tendencia, parece que se está logrando un cambio importante en cómo ven las empresas a las mujeres, pero un análisis más profundo nos hace ver que el mundo corporativo está todavía muy lejos de la equidad de género.
Hace unas semanas, el sitio web The Huffington Post publicó los resultados de una investigación que llevó a cabo para saber cuál es el porcentaje de mujeres que tienen cargos de alta dirección o forman parte del consejo directivo en las compañías más importantes que ofrecen productos mayormente dirigidos hacia mujeres. Según estas cifras, solamente Avon se acerca a la paridad, ya que las mujeres constituyen el 63.6% del consejo y el 41.7% de los puestos directivos. Otras, como Estée Lauder, tienen un alto porcentaje de mujeres en el consejo (46.7%) pero fallan con los directivos (25%), o al revés: en JC Penney el 61.9% de los puestos directivos los tienen mujeres, pero ellas solo son el 20% del consejo.
Finalmente hay algunas que fallan en ambos frentes: Sears, Kohl’s, Ross, Nordstrom, Johnson & Johnson, Bed, Bath & Beyond, Dillards, Coty y Colgate Palmolive son las que tienen un camino más largo por recorrer, porque no llevan ni siquiera al 30% en ninguno de los indicadores.
El problema parece residir en que las mujeres se están «atorando» en los puestos más bajos, ya que en Estados Unidos ellas representan el 46.8% de la fuerza de trabajo, pero solamente ocupan el 16.9% de los puestos de dirección, el 8.1% de los puestos mejores pagados y son el 4.8% de los CEOs, según otro artículo del Huffington Post.
Estos abismales números sugieren que lo que está haciendo las empresas hacia afuera, con una amplia variedad de campañas, recursos y discursos acerca de la importancia de empoderar a las mujeres, no está funcionando hacia adentro. Aun aquellas que están más cerca de un 50/50 deben mirar dentro de sus procesos para encontrar cuáles son los obstáculos que están haciendo más fácil para los hombres avanzar dentro de la compañía, escuchando a sus colaboradoras y actuando en consecuencia.
Interesante. Probablemente siga siendo una estrategia más comercial que de responsabilidad social. Pero lo importante es que se vaya colocando el tema.
Saludos,