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¿Por qué las películas de las superheroínas tienen tan mala reputación?

cjmacer / Shutterstock.com
cjmacer / Shutterstock.com

“Todavía queda algo de sexismo y de misoginia en este género. Escuchas ‘oh, las películas de superheroínas no funcionan por culpa de aquellas dos películas tan malas de hace ocho años’. Siempre hay una excusa», decía hace dos veranos el director de Los Vengadores, Joss Whedon, incidiendo en la deprimente realidad de la industria del cine.

Emma Dibdin – 02-08-2016

Los superhéroes están por todas partes, pero las superheroínas han desaparecido del panorama cinematográfico. Un personaje como la Viuda Negra, interpretada por Scarlett Johansson, es sólo un personaje más de la película, que no tiene ninguna posibilidad de protagonizar su propia secuela, a pesar de que la actriz de Hollywood más taquillera de todos los tiempos le haya dado vida.

Dos de los principales estudios dedicados a producir películas de superhéroes parecen finalmente haber captado el mensaje. Gal Gadot dio vida a una Wonder Woman que tenía un papel destacado en Batman v Superman y, finalmente, protagonizará su propia película el próximo verano, mientras que Marvel Studios ha anunciado que Capitán Marvel se estrenará en 2019 y que será dirigida por una mujer (la primera película del universo Marvel dirigida por una mujer después de 21 películas). A pesar de los ingresos generados por heroínas sin superpoderes como Katniss Everdeen en Los juegos del hambre y Anna en Frozen, Hollywood ha dado por hecho que las superheroínas no son rentables.

Como Whedon señala, hay una doble moral en todo este asunto. Las películas basadas en comics protagonizados por mujeres no han sido las únicas que han fracasado. Sin embargo, han sido las únicas obligadas a expiar sus pecados y películas como Catwoman y Elektra, protagonizadas por Halle Berry y Jennifer Garner respectivamente, se utilizan como prueba de que el público no está interesado en las mujeres con superpoderes. Sin embargo, Daredevil, protagonizada por Ben Affleck también fracasó y ahora hay una serie basada en Daredevil en Netflix y Affleck ha vuelto a dar vida este año a otro superhéroe, Batman en este caso. ¿Os acordais de Superman Returns (2006)? Fue un desastre, pero ello no supuso un obstáculo para que unos años más tarde se hiciera una nueva versión, El hombre de acero.

Así que, dejando de lado el sexismo inherente a Hollywood, ¿merecen las películas de superheroínas la mala reputación que tienen? El catálogo de películas en las que no sólo aparece una superheroína, sino que, además, es la protagonista, es tan limitado que es difícil extraer una conclusión, pero vamos a intentarlo.

1-. Supergirl (1984)

Protagonizada por Helen Slater en el papel de la intrépida prima de Superman, no supuso un gran comienzo en la gran pantalla para las superheroínas, tanto a nivel de crítica como en el de taquilla. La propia Slater fue lo mejor de la película, intentando sacar lo mejor de un papel tan limitado, pero el tono general de la película, exageradamente simplista, parecía invitar a la mofa. Como Roger Ebert señaló en aquel momento: «No vamos a ver las películas de Superman y de Supergirl para reírnos de los personajes… ¿por qué entonces se han tomado la molestia de hacer una película que parece reírse de sí misma?».

2-. Wonder Woman (1975)

La televisión es otro mundo y siempre lo ha sido. La entrañable Wonder Woman protagonizada por Lynda Carter hizo su primera aparición en la pequeña pantalla en 1975 y hoy en día sigue siendo la superheroína más icónica y maravillosa que ha existido. Por otro lado, el año pasado supuso una especie de punto de inflexión, con el debut de dos series muy diferentes, Supergirl en la CBS y Jessica Jones en Netflix, lo que ha puesto fin a la idea de que los proyectos basados en comics protagonizados por mujeres son arriesgados. Son la gran esperanza para que la gran pantalla se ponga al día pronto.

3-. Sheena (1984)

Ese mismo año llegó esta adaptación del cómic de los años 30: Sheena, reina de la selva, el primer comic que llevó el nombre de un personaje femenino. En líneas generales era una versión femenina de Tarzán y la película acabó fracasando. Apenas llegó a recaudar un cuarto de su presupuesto y las críticas no fueron precisamente buenas. Pero también tuvo sus admiradores, entre ellos la legendaria crítica de cine de New Yorker, Pauline Kael, que la calificó como «una película de aventuras desenfadada y ligeramente alocada». Finalmente, se ha convertido en una película de culto, aunque minoritario, en la red.

4-. Tank Girl (1995)

Había mucho potencial en este diamante en bruto. Basada en el extravagante cómic británico del mismo nombre, Tank Girl tenía una carismática anti-heroína (interpretada por Lori Petty, a quien conocerás como la inestable Lolly de Orange is the New Black), un intrigante ambiente post-apocalíptico y un toque sutil de feminismo y recuerda a Mad Max: Furia en la carretera, estrenada el año pasado. Pero todos estos elementos carecían de un núcleo narrativo sólido y el resultado final fue otro fracaso, recaudando unos 4 millones de dólares de los 25 que tenía como presupuesto.

5-. Catwoman (2004)

Aquí está. La película que se pone como ejemplo de que las superheroínas no funcionan y no hay duda de que Catwoman es, en sí misma, un desastre. Por regla general, los superhéroes sólo funcionan si su yo humano es tan interesante como su alter ego disfrazado y la dócil y tímida Patience Philips, que interpreta Halle Berry, es un personaje lamentable ya antes de que se ponga ese traje de gata salido de S&M y adopte esa espeluznante mirada tan masculina que no funciona ante la cámara.

Mal dirigida de principio a fin, la película finalmente no pudo recuperar la inversión y la propia Berry llegó a reconocer en la gala de los premios Razzie en 2005 que la película era una ‘m…’. Es una buena chica. Lo que más cuesta admitir es que este desastre podría ser la razón por la que la espectacular Catwoman de Anne Hathaway, también conocida como Selina Kyle (que tal vez fue lo mejor de El caballero oscuro: la leyenda renace, 2012) no tuvo su propia secuela.

6-. Elektra (2005)

No es una buena idea dar luz verde a una secuela sin que detrás haya una primera película sólida y los cimientos de Daredevil (2003) no son muy consistentes precisamente. La Elektra de Jennifer Garner era todo lo contrario al insulso Matt Murdock, interpretado por Ben Affleck, pero el personaje de Elektra resultaba superfluo para la trama y no se merecía una secuela. Así que no es de extrañar que el resultado final fuera decepcionante, a pesar del carisma y el compromiso de Garner, debido a un guión pesado y a secuencias de acción poco originales. La película apenas tuvo beneficios y sigue siendo una de las adaptaciones de la Marvel más decepcionantes de la historia.

Así que… ahí las tenéis. No se ha vuelto a rodar una película protagonizada por una superheroína desde el año 2005, pero las cosas han cambiado tanto durante estos años que no tiene sentido sacar conclusiones de los fracasos de Catwoman o Elektra. Las películas basadas en cómics no tenían el mismo tirón hace diez años que el que tienen ahora. El cambio comenzó gracias a la serie X-Men y a Batman Begins de Christopher Nolan, pero los estudios de cine no tenían prisa por retomar este género. Ahora que los superhéroes vuelven a estar de moda en Hollywood, ya es hora de que el género deje de tratar a las mujeres como actrices secundarias.

Fuente: Elle

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