Atrás quedaron los tiempos en los que un auto propio era sinónimo de independencia y prosperidad. Ahora los jóvenes milaneses prefieren compartir el vehículo y usar el transporte público para el tráfico y la contaminación.
El 10 por ciento de la población en Milán está suscrita a un servicio de «car sharing». El éxito de esta medida, que contribuye a reducir las emisión de gases de efecto invernadero, ha sido impulsado especialmente por las nuevas generaciones.
«Yo estoy convencido de que los jóvenes, un poco por una cuestión económica, un poco por esnobismo, no quieren tener auto. Se les hace más, digamos, ‘cool’. Es más ‘cool’ no tener auto», aseguró Giuseppe Sala, Alcalde de Milán.
«Esta mentalidad está creciendo», añadió.
«No sé en qué situación está la Ciudad de México, pero en Milán se está cambiando muy positivamente la mentalidad de los jóvenes. Yo, honestamente, si a los 18 años no tenía un auto, era un drama. Hoy, lo que vemos es que los jóvenes milaneses no están interesados en tener un auto», comentó.
Actualmente, seis compañías cuentan con 300 mil suscriptores en esta ciudad italiana de casi 1.3 millones de habitantes -3.2 millones si se cuenta toda la provincia de Milán-.
El servicio, similar al de las ecobicis de la Ciudad de México, forma parte de un proyecto más amplio para reducir el tráfico en la ciudad; entre ellas, nuevas líneas de Metro.
«He hecho un acuerdo con el Gobierno por el cual el próximo Metro irá a Monza (ciudad al norte de Milán). La idea es llevarlo fuera, y darle a quien está fuera una oportunidad de no usar el auto (al día ingresan a Milán unos 600 mil vehículos)», explicó Sala, de visita en el País para participar en la cumbre de Alcaldes sobre cambio climático.
El Gobierno milanés también fomenta el uso de vehículos eléctricos o híbridos con incentivos fiscales. Pero, sin duda, este servicio estrella de compartir el auto los enorgullece.
«El desarrollo comenzó no hace mucho, digamos hace tres años, pero en este momento, el éxito que ha tenido merece respeto», señaló Sala.
El «car sharing» es cada vez más usado en el mundo.
En 2015, Europa registró 2.1 millones de usuarios; América del Norte, 1.5 millones, y Asia, 2.3 millones, según un informe de The Boston Consulting Group.
Fuente: Reforma