Aún cuando a veces puede parecer que todos quisiéramos trabajar sin jefe y es verdad que el modelo holocrático tiene sus ventajas, también es cierto que la figura de autoridad en cualquier organización es una excelente guía para mantener los ojos puestos en la meta y marca el camino más adecuado para alcanzarla, sobre todo cuando la persona a cargo del equipo resulta además ser un magnifico líder que sabe cómo apreciar a su equipo e identificar sus motivaciones, pero sobre todo que busca que sus colaboradores trabajen menos.
Leíste bien, un excelente líder conoce las ventajas de que sus colaboradores mantengan un equilibrio adecuado entre su vida personal y su desarrollo profesional, descansen de manera óptima y reduzcan su lista de pendientes a fin de que inviertan su atención y energía en las tareas verdaderamente importantes.
Según declara Scott Maxwell, director de operaciones de OpenView Venture a través de LinkedIn, este tipo de consejos pueden parecer alejados de la realidad en medio de una era en la que gran parte de los trabajadores vive conectado 24/7. «Es engañosamente simple, y yo diría que en realidad en una de las cosas más difíciles que cualquiera de nosotros puede hacer», escribe.
En su texto, Maxwell refiere a una conferencia de Anthony Casalena, fundador de Squarespace y recuerda cómo su enfoque de trabajar menos para incrementar la productividad se alinea al sistema de sus días de consultor en McKinsey durante la década de los noventa. «En aquel entonces Jon Katzenbach, uno de mis jefes me contó que pensaba que podía lograr más en cuatro días de trabajo que si trabajaba siete. Por supuesto, en una empresa altamente competitiva como McKinsey eso no iba a trascender, pero el razonamiento respondía a la preocupación sobre los efectos negativos del trabajo excesivo», reflexiona.
En concreto, Maxwell sugiere que cuando los colaboradores tienen más tiempo para hacer determinada cantidad de tareas suceden dos cosas: reducen su productividad aplazando las cosas y asumen más tareas de las que son realmente necesarias, lo que desencadena un alto nivel de estrés y en ocasiones un sentimiento de frustración, dos elementos nada atractivos para la atracción y retención de talento.
El empresario recuerda que cuando fundó OpenView Venture Partners en 2006, tuvo la suerte de encontrar y contratar muchas personas con talento y ambición que trabajaron sin previo aviso durante los fines de semana o pasaban noches sin dormir, aceptando todas las tareas que se atravesaran en su camino. Como jefe, esto podría parecer un sueño, pero el sabía que no lo era.
«Decidí entonces estudiar la relativa productivadad de mi equipo en relación a su tiempo trabajado y comencé a notar una tendencia: Por cada hora trabajada de forma adicional a 40 horas a la semana, el nivel de productividad disminuía», recuerda y agrega que de hecho, contrario a lo esperado, en algunas ocasiones la productividad alcanzó incluso menos de 40 horas a la semana; lo que lo llevo a adoptar una nueva política: No más noches en vela ni fines de semana en la computadora, ni vacaciones con actividades laborales.
Aunque al principio hubo cierta resistencia por parte del equipo, el líder asegura que con el tiempo han comprendido el mensaje: trabajar más horas no era un signo de compromiso, estaban fallando colectivamente en gestionar el tiempo de forma adecuada y priorizar cosas importantes.
Los mejores jefes impulsan a sus colaboradores a trabajar más inteligentemente para que puedan trabajar menos y sentir una mayor sensación de bienestar, aunque conseguirlo suena más fácil de lo que resulta en realidad, ya que es necesario mantener una comunicación constante entre líderes y colaboradores, escuchar sus necesidades y generar un sistema que de solución oportuna a ellas, creando una lista de pendientes clasificados por prioridades.
