Es común que los jóvenes planeen las cosas que harán diferente a sus padres cuando sean mayores y tengan familia: vivirán en otro lugar, tendrán valores distintos, usarán métodos de disciplina diferentes con sus hijos, etc. En la actualidad, por ejemplo, existe una clara tendencia hacia la idea de que los padres, no solo las madres, deben pasar tiempo con sus hijos, dividiendo las tareas de su crianza de forma equitativa.
Por varias razones, los roles de género están cambiando y, sobre todo para los millennials (jóvenes de entre 18 y 30 años), es importante alejarse de las ideas tradicionales. Sin embargo, como menciona la periodista Claire Cain Miller en una columna para The New York Times (NYT), según varios estudios este deseo es muy difícil de cumplir una vez que se tienen hijos.
«La mayoría de los hombres y mujeres jóvenes dicen que idealmente les gustaría compartir de forma equitativa los ingresos y el cuidado de los hijos con su pareja, pero es bastante claro que no tenemos las políticas y opciones de trabajo flexible que faciliten las relaciones igualitarias«, le dijo la socióloga Sarah Thébaud a Miller.
Según un estudio del que Thébaud es coautora, publicado en febrero en American Sociological Review y citado por el NYT, los hombres de entre 18 y 32 años tienen actitudes igualitarias sobre los roles de género, sin importar su nivel educativo o de ingresos, pero al enfrentarse a la falta de políticas empresariales enfocadas en la familia, la mayoría tiende a caer en los roles más tradicionales.
Otras investigaciones han llegado a conclusiones similares, al encontrar que solo el 35% los millennials que no tienen hijos piensan que los hombres deben ser el principal sostén de la familia y que las mujeres deben ser las cuidadoras, pero que cuando sí tienen hijos el porcentaje cambia y el 53% comparte esta idea.
De acuerdo con los expertos que realizaron estos y otros estudios, la explicación no es que los jóvenes se olviden de sus ideales, sino que encuentran difícil vivirlos en el contexto laboral actual, en el que las políticas a favor de la familia suelen estar enfocadas solamente a las mujeres.
Empresas de alto perfil como Virgin y Netflix han anunciado acciones equitativas, pero son todavía una minoría. Es necesario un cambio estructural mucho más grande entre el sector corporativo para demostrar que hay interés en la familia y la equidad de género.
