Por Corinna Acosta
Luego de la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) el pasado 11 de octubre, la conmoción no se ha hecho esperar, ya que la joven activista Malala Yousafzai era la candidata favorita a la presea.
¡Comparte este post en tu Facebook!
Con apenas 16 años de edad y a solo un año del ataque que la hiciera famosa, la activista adolescente se ha dirigido a líderes mundiales en la ONU, ha inspirado a personas de todo el mundo y se ha convertido recientemente en la ganadora de menor edad del premio Sájarov de Derechos Humanos otorgado por la Unión Europea, y candidata más joven al Nobel de la paz desde la primera entrega de éste en 1901.
Es un hecho que la vida de Malala ha cambiado mucho desde el atentado del año pasado en el que un talibán casi termina con su vida durante su trayecto escolar. Pasando de los premios nacionales al reconocimiento de la comunidad internacional, son pocas las personas del mundo que no saben quién es la joven pakistaní que ha dejado ya una huella imborrable en la historia.
La polemica que despierta el papel del ataque en la creación del poder que posee hoy la voz de Malala Yousafzai crece alrededor del mundo, pues hay quienes se preguntan por qué de entre todas las jóvenes activistas del mundo que pelean por causas justas, ha sido ella la que ha ganado el título de «la niña más valiente del mundo»; la respuesta sin duda se encuentra el lo conmovedor de su historia, pero también en la fuerza de su discurso. Con ataque o sin el, lo que actualmente representa Malala es inspiración para miles de personas que la ven como ejemplo.
Por otro lado, la OPAQ constituye un organismo internacional que colabora con la ONU y desde hace 16 años se ha dedicado a combatir el uso de armas químicas, desde hace unos meses 27 de sus inspectores han realizado esfuerzos en Siria para erradicar el arsenal que guarda el régimen de Bachar el Asad.
La OPAQ agrupa 189 estados miembros firmantes de la Convención sobre Armas Químicas que entró en vigor en 1997 y a quienes hoy se une Siria. Éste y muchos otros esfuerzos han convertido a la organización en la merecedora de la edición 2013 del Premio Nobel de la Paz.
De acuerdo con El Economista, Kristian Berg Harpviken, director del Instituto de Investigación sobre la Paz de Oslo, afirmó que de ser otorgado el premio Nobel a Malala, esto destacaría el rol de las mujeres en la educación y su importancia para la paz, la democracia y los derechos humanos.
Por su parte el periodista Scott London, especialista en el Nobel de la Paz, señaló la controversia que giraría en torno al premio luego de las criticadas elecciones de años anteriores, como la del presidente Barack Obama en 2009 y la de la Unión Europea el año pasado, pues muchos consideran que el alcance mediático de los premiados resulta de mayor valor que sus méritos a favor de la paz.
Pese a su enorme peso mediático y sus enormes esfuerzos a favor de la educación, la misma joven Malala Yousafzai consideró previo a la entrega del premio, que aún no ha acumulado méritos suficientes para ganar el Nobel de la Paz, sin embargo seguirá realizando esfuerzos a favor de la educación.
Si encontraste interesante este post, compártelo en Google+
Finalmente el comité estuvo de acuerdo con ella y su edad, sus méritos todavía insuficientes y la posibilidad de que la presea la convierta en blanco de un nuevo ataque fueron los factores que jugaron en su contra. No obstante aún queda mucho camino por recorrer para la activista, muchas nominaciones y muchos premios por ganar entre los que tal vez algún día se encuentre el Nobel.
Asistente Editorial en Expok. Comunicóloga en construcción, por la Universidad del Valle de México. Inquieta por convicción, disfruta del cine y el teatro, pero también de cursos y congresos de música, danza, diseño, mercadotecnia, video, idiomas y lo que se le ocurra.
A veces silente, pero divertida. Amante de la radio, ha participado como locutora y productora en diversos proyectos. Fue coordinadora de contenido en la estación universitaria.
Reciente aliada de la sustentabilidad, lectora profesional y aficionada escritora, se incorporó a este espacio en 2012.