La pandemia derivada de COVID-19, además de todo el desajuste que trajo a nuestra rutina y cuidados de salud, aceleró la necesidad de migrar a un estilo de vida sostenible y resaltó la urgencia de abordar los diversos desafíos sociales y ambientales a los que el mundo se enfrenta.
Esto impulsó a que más empresas se comprometieran con la huella que generan e incluso a reducir sus emisiones. Sin embargo, a la fecha aún tienen dificultades para medir y verificar el impacto que tienen desde su sede hasta las operaciones globales y cadenas de suministro.
Para apoyarlas, surgieron y se están desarrollando tecnologías de contabilidad climática que les permite rastrear, medir y verificar su emisiones de carbono y gestión de recursos, así como informar a sus grupos interés.
A medida que más de estas herramientas estén al alcance, las empresas que realicen compromisos climáticos ambiciosos, deberán adoptar tecnologías de seguimiento y generación de informes de emisiones y carbono, algo que sin duda sigue siendo una tarea tediosa.
Informes de emisiones, ¿por donde empezar?
Al igual que los reportes de responsabilidad social o sustentabilidad que generan las empresas, los informes de emisiones deben ser relevantes, completos, consistentes, precisos y transparentes, pero sobre todo: atractivos y fáciles de leer.
En ellos, las empresas resaltan sus objetivos, resultados y otros datos relevantes que comprueben cómo ha sido su comportamiento e impacto con el entorno y las comunidades cercanas a ellas.
De acuerdo con Erika Karp, directora ejecutiva de Cornerstone Capital Group, a medida que más empresas adopten compromisos de carbono neto cero, deberán rendir cuentas con sus grupos de interés, y uno de los primeros pasos para comenzar a desarrollar el documento se centra en la medición.
Todo depende de la medición
Actualmente puede ser complejo comparar las reducciones de emisiones adquiridas a través de compensaciones de carbono, certificados de energía renovable, compras directas de energía sin carbono bajo contrato, entre otros.
Como en el caso de bienes raíces comerciales, que para evaluar su huella de carbono, las empresas deberán monitorear con precisión el uso de energía de cada edificio.
Esto incluye las medidas de eficiencia energética y sus sistemas de energía de respaldo y combustibles utilizados, y con ello poder detectar e informar de donde proviene la fuente para abastecer esos edificios y determinar la huella de carbono de cada kilovatio-hora o British thermal unit (Btu) de esa energía.
Informes de emisiones en tiempo real
La evaluación del uso de energía y el impacto de carbono asociado deberá realizarse en tiempo real, porque la combinación del uso de energía en la red cambia con frecuencia, y la transmisión y otras restricciones pueden limitar la disponibilidad de energía renovable.
De acuerdo con Erika Karp, recopilar datos de diferentes proveedores, desde el uso de energía y el carbono incorporado, y usarlos para determinar las siguientes emisiones:
- Scope 1 (bajo el control de una empresa).
- Scope 2 (indirecto de las compras de energía aún bajo el control de la empresa).
- Scope 3 (de las actividades no está bajo el control de la empresa).
Es un desafío debido a la falta de estándares integrales para la contabilidad del carbono o de un solo conjunto de pautas sobre cómo auditar, verificar e informar.
¿Qué hay disponible ahora?
La mayoría de las herramientas de medición con las que ya se cuentan, se enfocan en el consumo de energía y carbono, y consideran las emisiones que se generan en: Scope 1 y Scope 2.
No obstante, están surgiendo nuevas empresas como ClearTrace, Flexidao, The Energy Origin y Allinfra que ofrecen una gama de soluciones que abordan el desafío de medir más allá que solo la energía y las emisiones.
En el caso de Flexidao, se ofrece una plataforma blockchain para rastrear la generación de energía renovable, mientras que Origin Energy rastrea la generación de energía renovable y el consumo final mediante sensores en tiempo real y una plataforma basada en blockchain.
Por su parte, Allinfra se basa en certificados digitales de energía renovable para registrar y rastrear la producción de energía renovable y finalmente, ClearTrace desarrolló un libro de contabilidad inmutable para medir los suministros de energía en su origen, como el perfil de emisiones y utilizar esta información para generar un informe verificable y auditable para los clientes en tiempo real.
Con este libro se proporciona un registro transparente e indiscutible, un activo climático digital de clientes como JP Morgan Chase y el uso de energía, y la huella de carbono de Brookfield Renewable Partners.
La medición va en aumento
Para Erika Karp, este sector está creciendo rápidamente con un gran interés por parte de los generadores y mayoristas de energía, incluidos Brookfield, NRG Energy y NextEra Energy.
Aunque otras empresas, como las firmas de bienes raíces y organizaciones, se han sumando a este compromiso por seguir el uso e impacto del carbono y otras fuentes.
Para asegurarse de que las compensaciones de carbono que está comprando no las haya comprado ya otra persona, se necesita una ocurrencia frecuente, una solución confiable de extremo a extremo para proporcionar todos los datos.
Erika Karp, directora ejecutiva de Cornerstone Capital Group.
Empero, es importante tener en cuenta que no todas las compensaciones de carbono son iguales y que incluso las pequeñas fugas pueden definir el resultado final y las áreas de oportunidad para una empresa.
Un ejemplo de esto es Stripe, una compañía de software de procesamiento de pagos, que recientemente anunció la compra de compensaciones de carbono, que variaban en calidad y precio de $75 a $ 775 por tonelada de dióxido de carbono equivalente.
Para Stripe, JP Morgan Chase o Shell, las compensaciones de carbono serán esenciales para el mercado, aunque se deberá considerar una acción secundaria después de las soluciones de eficiencia energética que son elementos clave en cualquier plataforma de seguimiento de carbono.
El compromiso aumenta
Se calcula que cerca del 23% de las empresas de Fortune Global 500 se comprometió de alguna manera a alcanzar la neutralidad de carbono de aquí a 2050, un reto difícil pero no imposible.
Las empresas van a necesitar de uno o varios softwares de seguimiento para la generación de informes, para medir su huella climática y evitar fuertes multas. Las partes interesadas como accionistas, clientes, proveedores, entre otros, también necesitan datos en los que confiar.
Hoy en día, empresas como Amazon, Microsoft y otros están liderando el camino, aunque con el paso del tiempo serán más empresas las que comenzarán a adoptar estas tecnologías y abordarán las emisiones de carbono en sus modelos comerciales.